Mejora tu circulación sanguínea mediante la alimentación

La alimentación puede ser una ayuda muy importante en caso de tener algunos problemas de la circulación sanguínea. Una dieta inadecuada puede provocar espesamiento en la sangre, que dificultan la fluidez sanguínea y pueden provocar anomalías o accidentes vasculares, como hemorroides, dolor de cabeza, varices, celulitis, infartos o derrames cerebrales.

Para entender cómo la alimentación puede influir en la circulación de la sangre, haciéndola más o menos fluida, previniendo trastornos o aliviando los síntomas que se derivan de una mala circulación, conviene conocer el papel del aparato circulatorio.

El aparato circulatorio está formado por el corazón, las arterias, las venas, los capilares y la sangre. Se encarga de proporcionar oxígeno y nutrientes a las células a través de la sangre, el corazón bombea sangre oxigenada procedente de los pulmones y la impulsa a través de las arterias y los capilares hacia las células de todo el cuerpo. Tras llegar a las células, la sangre vuelve al corazón a través de las venas y se oxigena de nuevo en los pulmones. Por tanto, cualquier elemento que obstruya el paso de sangre por las arterias o las venas provoca un trastorno en la circulación sanguínea.

La arteriosclerosis, debido al depósito de colesterol, grasa y sustancias de desecho de la sangre, es la causa más común de obstrucción arterial y si no se trata a tiempo puede provocar un infarto. Si la sangre está muy densa, se pueden formar coágulos que impiden la normal circulación, lo que puede dar lugar a trombosis. La mala circulación venosa puede provocar también trastornos menos graves pero molestos como varices, hemorroides y celulitis.

Alimentos que son buenos para la circulación sanguínea

Alimentos ricos en grasas insaturadas

Estas grasas «buenas» o HDL (por sus siglas en inglés) por el papel que ejercen en el control del colesterol y en las enfermedades del corazón. Este tipo de grasas se encuentran en el aceite de oliva extra virgen, en el aguacate, en los frutos secos, semillas, en la linaza, etc.

Alimentos ricos en potasio

El potasio contrarresta al sodio y permite la eliminación de líquidos lo cual favorece la circulación sanguínea en general, pero especialmente a la circulación en las piernas. Se encuentra en alimentos como frijoles, germen de trigo, en cacahuates, soya, semillas de sésamo o ajonjolí, nueces, en el plátano, champiñones, fresas, tomates, etc.

Alimentos ricos en fibra soluble e insoluble

La fibra soluble ayuda a bajar el nivel de colesterol en la sangre. Este tipo de fibra evita la reabsorción del colesterol intestinal producido por la bilis para la digestión de los alimentos. Además, la fibra soluble forma un gel que atrapa el colesterol que es expulsado al exterior sin pasar a la corriente sanguínea.

La reducción del nivel de colesterol supone una reducción del riesgo de sufrir accidentes vasculares. La fibra insoluble junto con la soluble ayuda a controlar el estreñimiento, que puede ser responsable de la aparición de problemas circulatorios como varices o hemorroides. Se encuentra en alimentos como frutas con cascara, ciruelas pasas, verduras, avena, linaza, chía, leguminosas, entre otros.

Agua

El agua es necesaria para para el buen funcionamiento del organismo. Una buena hidratación permite mantener los fluidos corporales adecuados para la correcta eliminación de toxinas que mantendrán la sangre en buen estado, sin la cantidad adecuada de agua la velocidad de la sangre disminuye.

Antioxidantes

Protegen frente a los radicales libres, sustancias causantes del envejecimiento y del deterioro de las paredes de arterias y venas. Favorecen el buen estado de los vasos sanguíneos, tienen acción antiinflamatoria y vasoconstrictora.

Alimentos perjudiciales para la circulación sanguínea

Alimentos coagulantes

Estos alimentos aumentan la coagulación de la sangre haciéndola más espesa, entre estos se encuentran los alimentos con vitamina K.

La vitamina K es necesaria para que se produzcan los coágulos sanguíneos que permitirán. Por ejemplo, que una herida se cierre y deje de sangrar o cuando sangra la nariz, pero en el caso de tener problemas circulatorios se recomienda restringir un poco su consumo. Se encuentra en alimentos como hortalizas de color verde oscuro como acelgas, espinacas, también las coles de Bruselas, los espárragos o las coliflores.

Grasas saturadas

El exceso de grasa saturada tiende a elevar los niveles de triglicéridos y colesterol plasmáticos, lo que favorece la arteriosclerosis, aumenta la viscosidad de la sangre y puede provocar trombosis. Se encuentran en alimentos como mantequilla, embutidos, tocino, precocinados, repostería industrial, algunos tipos de queso, galletas, papas fritas, carne, entre otros.

Sodio

El exceso de sodio (componente de la sal) retiene líquidos, lo que obliga al corazón, al hígado y a los riñones a trabajar por encima de sus posibilidades. Este exceso se relaciona con trastornos circulatorios y de retención de líquidos, y empeora la hinchazón en las piernas. Se encuentra en alimentos de conservas de todo tipo: papas fritas, sopas de sobre, salsas industriales, aceitunas, encurtidos, galletas, embutidos, quesos curados, carnes y pescados salados o ahumados, precocinados, entre otros.

Referencias.
http://revista.consumer.es/web/es/20060201/pdf/alimentacion.pdf

http://www.botanical-online.com/medicinalsdietacirculacion.htm

 

Alfonso Martínez
Naturista y fitoterapeuta

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