Leche de coco

El coco es la fruta del cocotero (Cocos nucifera), que pertenece a la familia de las palmeras (Arecaceae) y se cultiva en abundancia en Malasia, Polinesia y el sur de Asia. Es clasificado como una fruta y frecuentemente confundido como nuez, el coco es realmente una drupa, palabra que en botánica describe a las frutas que tienen una cáscara que cubre una capa carnosa y otra cáscara interna dura y leñosa, que rodea una sola semilla.

Los cocos son altamente nutritivos y ricos en fibra, vitaminas C, E, B1, B3, B5 y B6. Además contienen minerales como el hierro, selenio, sodio, calcio, magnesio y fósforo. A diferencia de la leche de vaca, la leche de coco no tiene lactosa, así que quienes sufren de intolerancia pueden usarla como sustituto. Es también una opción popular con los veganos, y sirve de base para batidos o como alternativa al hornear panes y pasteles. Incluso son uno de esos alimentos que oscilan entre «buenos» y «malos».

La leche de coco, sobre todo la que es baja en grasa, puede usarse con moderación, es decir, una o dos veces a la semana. Pero, por ejemplo, la Fundación del Corazón británica recomienda evitar cocinar con aceite de coco.

No confundas la leche de coco es distinta al agua de coco. El agua de coco ha recibido mucha atención recientemente por sus beneficios percibidos para la salud, y se usa como tratamiento para diarrea aguda en los países en desarrollo. Hay investigaciones que indican que ese claro líquido tiene el mismo equilibrio electrolítico que se encuentra en las bebidas isotónicas, lo que lo hace útil para la rehidratación y bueno para tomar tras períodos largos de ejercicio intensivo.

100 gramos de leche de coco contienen…

  • 154 calorías
  • 1,4 gramos de proteína
  • 15 gramos de grasa (13,2g saturadas)
  • 3,4 gramos de carbohidrato

Los cocos contienen cantidades significativas de grasa, pero son en su mayoría ácidos grasos saturados de cadena media (AGSCM). Uno en particular, el ácido láurico, se convierte en un compuesto muy beneficioso que se llama monolaurina, un antiviral y antibacterial que destruye una amplia gama de organismos que causan enfermedades. Es por ello que ahora se piensa que el consumo de la leche de coco puede proteger al cuerpo de infecciones y virus.

Los AGSCMs se metabolizan rápidamente como energía en el hígado. Se cree que, a diferencia de otras grasas saturadas, el cuerpo los usa más pronto, de manera que es menos probable que se almacenen (o sea, que engorden). Eso no las exime de contribuir al riesgo de contraer enfermedades cardíacas… siguen siendo grasas, así que la palabra clave a la hora de consumir, una vez más, es: moderación.

Ahora, puedes hacer tu propia leche, sólo calienta agua (evitando que hierva) y añade coco disecado. Licúalo. Pásalo por un colador para quitar la pulpa y luego exprímelo con una muselina para sacarle los pedazos más pequeños. Úsalo inmediatamente o guárdalo en la nevera por 3 a 4 días.

Fuente. http://www.diariosalud.net/content/view/26613/413/

 

Diana
Equipo de redacción
Alfonso Martínez
Naturista y fitoterapeuta

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