Los cálculos biliares son patologías un poco comunes, pero que mucha gente no sabe que puede padecerla ya que es una enfermedad asintomática, quiere decir que no presentamos ningún síntoma sino hasta que ya evoluciono o se complicó y es por ello puede causar dolor, es hasta ese entonces que sabemos que la padecemos.

Como en las demás enfermedades de las que hemos hablado anteriormente, este artículo también es para informar acerca de este tema que son los cálculos biliares y su importancia de cómo tratarlos ya que en caso de no hacerlo podemos llegar a tener dolores muy fuertes e incluso llegar a tener una operación de emergencia. Pero para entender este tema primero vamos hablar un poco sobre la anatomía de la vesícula biliar.

La vesícula biliar

Brazzini | Instituto de Radiologia Intervencionista

La vesícula biliar es un receptáculo (cavidad) músculo-membranoso en forma de pera, que mide aproximadamente de 8 a 10 cm de longitud, por 3,5 a 4 cm de diámetro. La vesícula se aloja en la fosilla cística, ubicada en la cara inferior del hígado por fuera del lóbulo cuadrado y en contacto con la pared abdominal a nivel del décimo cartílago costal derecho. Normalmente la vesícula almacena de 30-60 cc de bilis, siendo su capacidad máxima de 200 a 250 cc.

Para su estudio la vesícula se divide en tres porciones:

  1. Fondo: es redondeado y romo, corresponde al borde anterior del hígado. Este borde flota libremente por encima de la masa intestinal y está recubierto totalmente por peritoneo. Hace contacto con la pared abdominal a nivel 10° cartílago costal derecho.
  2. Cuerpo: que posee dos caras, una superior en contacto con la fosilla cística a la cual se halla unido por tejido conjuntivo y vasos y la cara inferior es libre y convexa, recubierta por peritoneo, corresponde a la segunda porción del duodeno o del colon transverso.
  3. Cuello: tiene una apariencia tortuosa e irregular. En su interior tiene válvulas que delimitan el bacinete vesicular; externamente se observa como una dilatación a la derecha del cuello de la vesícula llamada pouch de Hartmann. El cuello se continúa inmediatamente con el conducto cístico. El cuello es libre no se adhiere al hígado, pero está suspendido por un meso peritoneal que contiene a la arteria cística, la vena, los linfáticos y los nervios de la vesícula. El cuello de la vesícula corresponde por arriba a la rama derecha de la vena porta, por abajo, descansa sobre la primera porción del duodeno.

La bilis es secretada por el hígado en cantidades de 600 y 1200 ml/dl; la misma que cumple las siguientes funciones:

  1. Permitir la digestión y absorción de las grasas, puesto que los ácidos biliares las emulsifican y convierten en partículas pequeñas que pueden ser degradadas por la lipasa, y ayudan al transporte y absorción de los productos finales de la digestión.
  2. Eliminar productos de desecho como la bilirrubina o el exceso de colesterol. 1

Patologías biliares benignas

Cálculos biliares.

Un cálculo biliar es una concreción en el interior de la vesícula biliar, se caracterizan por ser partículas sólidas. Los cálculos biliares son mucho más frecuentes en el sexo femenino y su incidencia aumenta con la edad. En aproximadamente 50% de las personas, los cálculos biliares son asintomáticos. La mayoría de los cálculos permanecen inactivos, para que produzcan sintomatología clínica, deben obtener un tamaño suficiente para causar lesiones en la vesícula biliar u obstrucción de las vías biliares.

El extremo distal de la ampolla hepatopancreática es la parte más estrecha de las vías biliares y es una zona de frecuente impactación de cálculos biliares, al igual que en el infundíbulo de la vesícula biliar es otro punto común. 2

Síntomas

Muchas personas con cálculos biliares no tienen ningún síntoma. Los cálculos biliares con frecuencia se descubren cuando se toman radiografías de rutina, en una cirugía abdominal u otro procedimiento médico.

Sin embargo, si un cálculo grande bloquea un tubo o conducto que drena la vesícula, se puede presentar un dolor de tipo cólico en la mitad hasta la parte superior derecha del abdomen, lo cual se conoce como cólico biliar. El dolor desaparece si el cálculo pasa hacia la primera parte del intestino delgado.

Los síntomas que se pueden presentar abarcan:

  • Dolor en la parte superior derecha o media del abdomen durante al menos 30 minutos, el dolor puede ser constante o de tipo cólico y puede ser agudo o sordo.
  • Fiebre.
  • Coloración amarillenta de la piel y de la esclerótica de los ojos (ictericia).
  • Otros síntomas pueden abarcar las heces color arcilla, náuseas y vómitos.

Clasificación de los cálculos biliares

Se clasifican en tres tipos: negros, marrones y de colesterol, siendo los últimos los más frecuentes. Estos están compuestos de 55% a 99% de colesterol y al igual que el resto de cálculos tienen también porcentajes menores de substancias como carbonato de calcio, fosfato, bilirrubinato y palmitato, fosfolípidos, mucopolisacáridos y glicoproteínas.

Marrones: Constituidos principalmente por bilirrubinato de calcio, palmitato cálcico, colesterol y son radiotransparentes. Se asocian con estenosis, colangitis esclerosante o síndrome de Caroli. Las bacterias del sistema biliar producen beta-glucuronidasas que hidrolizan el ácido glucurónico de las sales biliares. Se ha demostrado que a través de microscopía, que citoesqueletos bacterianos forman parte de los cálculos marrones.

Negros: Constituido por pigmento polimérico negro más fosfato y carbonato cálcico. Se relacionan con hemólisis crónica, cirrosis hepática, ancianidad.

Colesterol: Existen sobretodo 3 factores de importancia para la génesis de los cálculos de colesterol: la composición de la bilis, nucleación de los cristales, vesícula biliar hipofuncionante.

También existen cálculos pigmentarios que son aquellos que tienen menos del 25 % de colesterol.

Composición de la bilis

El contenido de agua de la bilis varía normalmente entre 85 a 95%. El colesterol es insoluble en el agua y para que sea excretado adecuadamente se requiere la formación de vesículas fosfolipídicas unilaminares. Las vesículas se solubilizan en micelas lipídicas mixtas, las que poseen un exterior hidrofílico, y un interior hidrofóbico; en este último, se incorpora el colesterol. Esto sucede a niveles normales pero cuando se sobresatura el colesterol o bajan los niveles de ácidos biliares, no se alcanzan a formar las micelas y las vesículas unilaminares inestables se precipitan en multilaminares, ayudando a la nucleación. La nucleación es el paso a la formación de los cálculos.

Factores de importancia en la nucleación son:

  • Barro Biliar. Constituido por calcio, bilirrubina y colesterol. Puede causar por sí sólo dolor biliar característico.
  • Infección. Teóricamente las bacterias pueden desconjugar las sales biliares, permitiendo la solubilidad del colesterol. La infección biliar tiene mayor importancia en la formación de cálculos marrones, y se ha demostrado la presencia de esqueletos bacterianos en su interior a través de la microscopía electrónica.
  • La mayor incidencia de litiasis biliar sucede entre la quinta y sexta décadas de la vida.
  • Factores Genéticos. Se ha logrado determinar que los familiares de personas con litiasis tienen un riesgo mayor.
  • Sexo y Estrógenos. Es 2 a 3 veces más frecuente en mujeres que en hombres, especialmente antes de los 50 años. Además, durante el embarazo se produce aumento del volumen residual a través de un vaciamiento vesicular incompleto. La estrogenoterapia en el carcinoma de próstata es evidencia del papel de los estrógenos, pues produce incremento en la incidencia de cálculos biliares por aumento de la saturación de colesterol. El embarazo se relaciona en un 30 % con aparición de barro, y en 2% con formación de cálculos, pero después del parto desaparece el barro y los cálculos en un 60 y 20% respectivamente.
  • Se asocia a un incremento de la síntesis y excreción de colesterol. Una dieta de aproximadamente 2100 kcal/d puede prevenir la aparición de colelitiasis sintomática, así como la de barro biliar en sujetos obesos. El incremento en el índice de masa corporal (IMC) tiene relación directamente proporcional con la aparición de litiasis biliar, específicamente con un aumento del IMC mayor de 45 kg/m2.
  • La dieta pobre en fibra influye en la formación de cálculos, pues aumenta el contenido de ácidos biliares secundarios y permite la absorción de azúcares refinados los cuales incrementan la saturación de colesterol. La dieta rica en legumbres aumenta la saturación de colesterol a través de la disminución de la secreción de fosfolípidos.
  • Bajar de peso. El bajar de peso rápidamente también se ha relacionado con litiasis siendo de etiología multifactorial. El 25 % de los obesos que restringen agresivamente su ingesta adquieren litiasis, mientras que el 50% de aquellos que se someten a una derivación gástrica, desarrollan barro o litiasis sintomáticos a 6 meses.
  • Factores Séricos. Los niveles bajos de HDL y elevados de triglicéridos intervienen en la formación de cálculos. 3

Tratamiento

La mayoría de las veces, la cirugía no es necesaria, a menos que empiecen los síntomas.

Sin embargo existen otros métodos como tratamientos naturales que nos pueden ayudar sin tener que pasar por el quirófano, siempre y cuando el diagnostico sea a tiempo, es por eso que debemos estar atentos a cualquier síntoma que presentemos.

TRATAMIENTO NATURAL 1

TRATAMIENTO NATURAL 2

Referencias.
1,3 http://sicapacitacion.com/libmedicos/Vias%20Biliares%20y%20Vesicula%20Biliar.pdf
2 Keith L. Moor, Arthur F. Dalley. (2006). Anatomía con orientación clínica. México: Editorial medica panamericana. pág. (304).

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Alfonso Martínez
Naturista y fitoterapeuta

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