El asma es una enfermedad crónica inflamatoria de las vías respiratorias, que se caracteriza por obstrucción reversible o parcialmente reversible de éstas, además de hiperrespuesta a diferentes estímulos. Esta enfermedad crónica más frecuente en los niños, debido sobre todo a los cambios en nuestras condiciones de vida y al medio familiar. La enfermedad provoca un gran impacto al paciente, a la familia y a la sociedad, en relación al elevado coste socio-económico que desencadena.
Y… ¿Cuáles son los principales síntomas?
- Sibilancias: silbidos producidos por el aire al pasar por vías aéreas estrechadas.
- Tos: a veces como único signo sin dificultad respiratoria ni silbidos en el pecho. La aparición nocturna de la tos, la presentación durante el ejercicio físico o coincidiendo con la exposición a concentraciones importantes alérgenos, como perros, gatos, etc., hacen sospechar del asma.
- Respiración entrecortada: cada vez más rápida. Los adultos tienen dificultad respiratoria si realizan más de 30 respiraciones por minuto, los niños si presentan más de 50 respiraciones por minuto.
- Opresión en el pecho: es algo que los niños refieren como dolor.
En ocasiones, los síntomas pueden ser graves, pero a veces son tan leves que no les da importancia o se confunden con los de un resfriado común.
El riesgo es aún mayor en niños hospitalizados por infecciones respiratorias por el virus sincicial respiratoria (VSR).
Ahora bien, un extracto comercial (EPs 7630) de raíz de pelargonio (Pelargonium sidoides DC) ha demostrado su eficacia en la prevención, en niños, de ataques de asma relacionados con infecciones del tracto respiratorio superior.
Esta planta se ha utilizado tradicionalmente en el sur de África para combatir la tos, problemas respiratorios y hepáticos.
Este estudio clínico aleatorizado, incluyó 61 niños con asma de edades comprendidas entre 1 y 14 años. Se utilizó paracetamol como tratamiento antipirético de soporte en caso necesario. El tratamiento con el extracto se realizó durante 5 días, en dosis adaptadas a la edad del paciente (10 gotas, tres veces al día para niños de edades entre 1 y 5 años; 20 gotas, tres veces al día, para niños de edades entre 6 y 12 años y 30 gotas, tres veces al día para niños de edades entre 12 y 14 años). Se observó una mejora de los síntomas asociados a la infección del tracto respiratorio superior, como síntomas nasales y tos, una disminución de la duración del proceso infeccioso, y una reducción significativa de los ataques de asma, en comparación con el grupo que no recibió el tratamiento.
Referencias.
http://www.neumoped.org/docs/guiapacientes_asmainfantil.pdf
http://compedia.org.mx/archivos/normas/asma_infantil.pdf
fitoterapia.net
Diana
Equipo de redacción
Alfonso Martínez
Naturista y fitoterapeuta
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