El refresco en general tiene un pH de 2.2 lo que lo ubica como un alimento en extremo ácido, el cuerpo al recibir esa acidez debe neutralizarla y una de las formas es con compuestos de calcio, obteniendo el calcio de nuestras reservas como son los dientes y los huesos, al ácido fosfórico por su parte ya causa un desgaste directo en el sistema óseo, no nos sorprenda entonces que países como Estados Unidos con un consumo enorme de lácteos fuente mítica de calcio por excelencia sea también uno de los países con un mayor índice de osteoporosis en el mundo y México gracias a la tortilla y la gastronomía en general no alcanza estos niveles pero supera a gran parte del mundo en diabetes, la cosa es muy sencilla: El mercado del refresco crece y la incidencia de diabetes también.

Es suficiente una lata de 335 ml del refresco embotellado para en pocos años comenzar a padecer un problema óseo.

 

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Alfonso Martínez.
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