Por Kathryn Doyle

NUEVA YORK (Reuters Health) – Los pacientes oncológicos y los sobrevivientes que sentían cansancio o pereza dijeron que se notaban significativamente mejor después de utilizar suplementos de ginseng durante dos meses.

“Casi todos los pacientes con cáncer pueden sentir fatiga en algún momento; ya sea antes del diagnóstico y durante o después el tratamiento, y (la fatiga) puede durar varios años”, dijo la autora principal, Debra Barton, de la Clínica Mayo de Rochester, Minnesota.

El ginseng había dado buenos resultados con la fatiga en estudios previos.

Los pacientes y los sobrevivientes cansados suelen optar por ese u otros suplementos alimentarios, como la coenzima Q-10, la L-carnitina y el guaraná, pero no todos cuentan con evidencia que los respalde.

El equipo de Barton dividió en dos grupos a 364 pacientes con fatiga asociada con el cáncer. Un grupo utilizó 2000 mg diarios de ginseng de Wisconsin durante ocho semanas y el otro  utilizó un placebo.

Los participantes calificaron el nivel de fatiga en cuestionarios estandarizados. Luego, el equipo analizó esas respuestas con una escala de 100 puntos (a mayor puntaje, más energía). Los grupos comenzaron con 40 puntos.

A las ocho semanas, el grupo tratado con ginseng aumentó 20 puntos en la escala, comparado con 10 puntos más el grupo control, según publica el equipo en Journal of the National Cancer Institute.

Eso, según indica la escala, es un cambio que se percibiría en la vida diaria.

Ochenta de los 364 participantes originales abandonaron el estudio antes de la octava semana. Aunque es una cifra alta, la tasa de abandono fue similar en ambos grupos, de modo que, según dijo Barton, no afectaría los resultados.

La frecuencia de los efectos adversos como las náuseas, los  vómitos y la ansiedad fue similar en ambos grupos.

“El ginseng es interesante porque actúa contra la inflamación y pensamos que la inflamación explica la fatiga asociada con el cáncer”, dijo Catherine Alfano, subdirectora de la Oficina de Supervivencia de Pacientes Oncológicos del Instituto Nacional del Cáncer, Bethesda, Maryland.

Consideró que los resultados son promisorios, pero no suficientes para recomendar que los médicos sugieran que sus pacientes utilicen el suplemento. Una botella de 100 cápsulas de 500 mg de ginseng de Wisconsin cuesta unos 10 dólares en las farmacias. La FDA no regula la comercialización de los suplementos como el ginseng.

“Existen distintos tipos de ginseng, con distinta potencia (dosis) y como es una planta, hay que cultivarla, recolectarla, procesarla y producirla para que llegue a los comercios”, dijo Barton.

Agregó que es difícil que la gente sepa qué compra cuando compra suplementos. Además, aún se desconoce cómo el ginseng interactúa con los fármacos o el tratamiento oncológico, otro motivo para que los pacientes no se automediquen, según recomendó Alfano, que no participó del estudio.

Agregó que se necesitan más estudios para conocer por qué el efecto del ginseng contra la fatiga parecía aumentar en los pacientes bajo tratamiento que en los sobrevivientes.

FUENTE:  Journal of the National Cancer Institute

 

Equipo de Redacción.
Alfonso Martínez.  naturistaalfonso@outlook.com
Naturista.