La artrosis y la artritis reumatoide son dos de las enfermedades reumáticas más comunes. La característica común de estas enfermedades es que comienzan o terminan afectando a alguna parte del aparato locomotor, pero los síntomas son muy diversos, desde molestias esporádicas a dolor crónico e inflamación. Las articulaciones son las zonas más afectadas, aunque huesos, tendones, ligamentos y músculos también pueden verse perjudicados.
Puede haber una combinación de factores que causen las enfermedades reumáticas. Una persona puede nacer con el riesgo de desarrollar la enfermedad, pero suele suceder algo para que aparezca. En algunas personas un resfriado, una gripe u otro tipo de virus, puede provocar una enfermedad reumática. Mientras tanto, el desgaste natural de las articulaciones o una lesión en una articulación puede causar la osteoartritis. También el género tiene mucho que ver, las mujeres tenemos más probabilidad de tener alguna enfermedad reumática.
Estas son algunas señales y/o síntomas comunes de enfermedades reumáticas:
- Inflamación en una o más articulaciones.
- Rigidez de las articulaciones que dura por lo menos una hora.
- Dolor constante o sensibilidad en una articulación.
- Dificultad para utilizar o mover con normalidad una articulación.
- Calor y enrojecimiento o inflamación de la piel alrededor de una articulación.
Por otro lado, la utilización de plantas medicinales en el tratamiento de diversas reacciones inflamatorias (en particular, el reumatismo) han sido desde siempre prácticas comunes en la medicina tradicional.
Entre las plantas medicinales utilizadas tradicionalmente en el tratamiento de patologías reumáticas, se pueden citar las siguientes:
Sauce (Salix alba): La corteza de sauce está indicada en el tratamiento sintomático de los estados febriles, afecciones reumáticas leves.
Ajo (Allium sativum): Coadyuvante en la profilaxis de la aterosclerosis y para el tratamiento de las hiperlipidemias. Resulta muy adecuado en casos de reumatismo, hidropesía y edemas, ya que ayuda a eliminar el agua que se acumula en las articulaciones y tejidos.
Uña de gato (Unacria tormentosa): Actualmente se consideran probadas sus acciones inmunoestimulante y antiinflamatoria. Popularmente se emplea para en tratamiento de las inflamaciones osteoarticulares (osteoartritis).
Ortiga (Urtica dioica): Numerosos trabajos científicos han demostrado la actividad antiinflamatoria, esta actividad antiinflamatoria permite la utilización de esta especie para el tratamiento de la artritis reumatoide.
Árnica (Arnica montana): Las propiedades antiinflamatorias atribuidas tradicionalmente al árnica han sido avaladas científicamente, estableciendo, además, los estudios más recientes la actividad de sus principios activos aislados.
Fuentes.
medicina-naturista.net
http://www.niams.nih.gov/portal_en_espanol/informacion_de_salud/artritis/ArtritisEnfermedadesReumaticas_ff_espanol.pdf
http://www.infito.com/PUBLICACIONES/plantas_para_enfermedades_reumaticas.pdf
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Alfonso Martínez
Naturista y fitoterapeuta
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