La enfermedad es la respuesta de la naturaleza al ambiente adverso; es en palabras de Carl Jung “ Un esfuerzo de la naturaleza para curar al hombre”.

No es propiamente una anomalía ni tan siquiera un castigo sino la única forma de comunicación que en ocasiones encuentra nuestro inconsciente para poder expresar su insatisfacción y desequilibrio.

Por ejemplo en ocasiones existen diabéticos a los cuales se les tiene en “control” con pastillas estimuladoras del páncreas e incluso con unidades diarias y puntuales de insulina, lo cual no explica el descontrol, pero cuando experimentamos en el interior o al menos permitimos que el paciente pueda asomarse un poco a su propia ventana nos damos cuenta que estos viven en un estado emotivo muy difícil que va de la ira a la culpa pasando por la autocompasión, los pacientes con enfermedades estomacales y ácidopepticas no solo manejan angustia, sino que emotivamente son pacientes con insatisfacción propia en ocasiones reconciliables mediante la comida y que decir de las pacientes con enfermedades de la mujer propias las cuales en ocasiones llegan a reprimir tanto la feminidad debido al estrés laboral y domestico que termina el cuerpo por malentender esto como rechazo de la propia naturaleza, algunas mujeres que pierden control de su peso corporal no son sino manifestación del abandono y desapego de la pareja lo que se traduce en una forma de consuelo propio administrado mediante la comida en exceso es decir la mujer se apapacha con la comida.

Es muy importante conocer la etiología de la enfermedad en el plano somático pero también es suma importancia buscar las macro funciones emotivas involucradas en este proceso.

 

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Alfonso Martínez
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