Cítricos para la gripa

La vitamina C o ácido ascórbico es un nutriente esencial ya que contribuye en muchas funciones del cuerpo, por ejemplo la absorción del hierro, favorece el correcto funcionamiento del sistema inmunológico, indispensable para combatir las enfermedades infecciosas, participa en la cicatrización, mantiene además las encías en un estado saludable. Por eso mismo, la gente que sufre de falta de esta vitamina, a menudo presenta encías negras e inflamadas, motivo por el que se llamó escorbuto a la enfermedad que se produce por su carencia.

También esta vitamina aumenta la producción de interferón (sustancia celular que impide a una amplia gama de virus provocar infecciones), por lo que la inmunidad se puede potenciar. Además, esta vitamina es necesaria para formar colágeno, un componente esencial de las membranas de las células, por lo que la vitamina C contribuye al mantenimiento de las barreras naturales contra las infecciones.

Ahora estamos en épocas donde el frío predomina en el ambiente, convirtiéndonos en seres vulnerables a infecciones tales como la gripa. En consecuencia sufrimos de un interminable dolor corporal y muscular, ardor en la garganta, fiebre, pérdida de apetito, conjuntivitis, tos e inclusive vómito.

Al visitar al doctor este nos receta un sinfín de antibióticos y desinflamatorios para los ganglios. Entonces para no llevar tanto medicamento a nuestro cuerpo recurrimos a las recetas o remedios que la abuela nos daba:

– Un jugo fresco de limón para elevar los niveles de vitamina C. Exprime ½ limón en una taza con agua purificada. Bébelo tres veces (o más) al día. En caso de querer eliminar la mucosidad de la gripa, añade al jugo pimienta negra o jengibre en polvo.

– Té con limón y vapor. Coloca una olla con agua a hervir, añadiéndole dos cucharadas de ungüento de menta o hierbabuena. Una vez hervida, coloca una toalla encima de la olla para contener el vapor; de esa manera podrás sentir los beneficios del vapor conforme tomas el té. En cuanto a la bebida, necesitas té de hojas de naranja, miel y jugo de limón: haz el té hirviendo las hojas, agregándole una cucharadita de miel y otra de jugo de limón. Es recomendable hacer este remedio antes de dormir, y lo más caliente posible. Así, al entrar en cama, sentirás el calor recorrer el cuerpo (relajándolo).

– Jarabe de limón y miel. Coloca en una olla dos vasos de zumo de limón y seis cucharadas de miel. Deja la mezcla a fuego lento durante 1 hora y media. Toma tres veces al día para aliviar los síntomas.

– Jugo de cítricos. Necesitas dos naranjas, un limón y dos cucharadas de miel. Extrae los jugos de las naranjas y el limón, agregándole la miel al final. Tómalo en pequeños tragos.

Fuentes.
http://www.naturimport.es/sites/naturimport.es/files/VitaminaC_article_web.pdf
http://www.feednet.ucr.ac.cr/bromatologia/LAS%20VITAMINAS%20Y%20EL%20SISTEMA%20INMUNE.pdf

 

Diana
Equipo de redacción
Alfonso Martínez
Naturista y fitoterapeuta

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