Las estadísticas muestran una disminución en la tendencia de las mamas que deciden quedarse en casa con sus hijos. Considerar esta opción está relacionado con muchos factores que son, además diferentes para cada familia. Algunas veces es voluntario y otros es una situación obligada, por ejemplo quedarse sin trabajo, no tener quien cuide los niños o salarios bajos que no compensan irse de casa.
En otros casos las mujeres que tienen su primer hijo, una vez cumplen el permiso de maternidad, sienten que aún no es tiempo para dejar a su bebe solo. Igualmente, muchas madres toman esta decisión cuando los hijos están más grandes, o con la llegada del segundo, porque piensan que es necesaria su presencia para acompañar a los hijos en su procesos educativos.
Es un hecho que los padres que están más tiempo con los hijos, es una condición que reporta muchos beneficios para todos. Muchas mamás enumeran una lista de beneficios entre los que están indudablemente, compartir más momentos juntos, conocerlos mejor y ser más sensibles a sus necesidades.
También a la familia le reporta ventajas como tener más tranquilidad pues se tiene el control sobre lo que pasa con los hijos, estar más involucrados en su vida escolar, además de ofrecerles mejores oportunidades de aprendizaje al participar de las distintas experiencias que ocurren en la vida cotidiana de estos.
Estar en casa también permite tener más tiempo para otras actividades como hacer el mercado, visitarla familia, encontrarse con los amigos, acciones sencillas que aumentan la sensación de felicidad y disminuyen el estrés del mundo de hoy. Esto beneficia de manera directa el bienestar emocional de los niños.
Pero quedarse en casa para cuidar de los hijos también tiene implicaciones que pueden generar preocupación como no tener ingresos o contar solamente con los de la pareja, así como también la intranquilidad que produce los de la pareja, así como también la intranquilidad que produce volver a conseguir un trabajo o desactualizarse en su oficio.
Realmente, todas estas consideraciones son válidas por lo que es preciso mirar cada situación en particular. Postergar la vida laboral para dedicarse a cuidar a los niños tiempo completo, es una decisión importante que amerita considerar varios aspectos y ser discutida en familia. Conversar franca y abiertamente temas como la importancia que el trabajo tiene para la mamá, el impacto que tendrá en la vida familiar o las edades en que se encuentran los hijos, contribuye significativamente a vivir esta experiencia de manera más positiva y con menos estrés.
Igualmente planearla a corto o mediano plazo y pensarla como una opción transicional, permite considerar alternativas complementarias como trabajar solo unas horas desde la casa o una posibilidad de tiempo parcial para equilibrar trabajo y el cuidado de los hijos. De todas maneras, esta es una decisión difícil y aunque algunas cosas pueden controlarse, preferir quedarse en casa con los hijos es algo que se va construyendo y aprendiendo a medida que se va viviendo. El objetivo es disfrutarlo y hacer que sea una experiencia gratificante y amable para todos.
Referencia: http://www.inteligenciafamiliar.com
Erika
Psicóloga
Alfonso Martínez
Naturista y fitoterapeuta
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