La leche de frijoles de soja es la mejor opción para las personas que son intolerantes a la lactosa, para las personas que enfermas de los riñones, hígado y diabéticos, por eso a continuación se detallará la receta para prepararla.

  1. Lava los frijoles de soja.
    Esto removerá cualquier pesticida que permanezca en ellos. Descarta los decolorados o rotos.
  2. Cúbrelos con agua fría. Agrega el agua suficiente como para que el nivel esté, al menos, 3 pulgadas (7,5 centímetros). Se hincharán a medida que se empapan; cubrirlos completamente prevendrá que lleguen a la superficie del agua.
  3. Remoja los frijoles de soja por 10 a 16 horas. Descarta el agua y enjuaga los frijoles completamente.
    Caliéntalos en un microondas por dos minutos para destruir las enzimas que les dan su sabor a frijol.
  4. Agrega los frijoles de soja y 1 cuarto de galón de agua (0,94 litros) a una licuadora.
    Lícualo completamente hasta que la pulpa esté suave.
  5. Coloca la estopilla en un colador.
    Pon el colador sobre una gran olla y vierte los frijoles licuados en él para colarlos.
    Dobla la estopilla y presiónala para exprimir el resto de la leche de soja. Descarta la pulpa, llamada “okra”, o guárdala para usarla en recetas de pan.
  6. Hierve la leche y déjala por cinco a 10 minutos, observándola de cerca para que no se desborde.
    Hervir la leche también ayuda a destruir las enzimas que crea el sabor a frijol.
  7. Quita la leche de soja del calor. Agrega 1 cucharada de miel, jugo de fruta o azúcar para endulzar la leche, si así lo prefieres.
  8. Deja que la leche de soja se enfríe y luego guárdala en el refrigerador.
    La leche sólo se mantendrá fresca por tres días debido a que no contiene ningún conservante.

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Equipo de redacción.
Autor: Alfonso Martínez
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