Daños de la Metformina en el Hígado.

La Metformina suele usarse para que tu nivel de glucosa descienda mucho. También, tu médico puede no querer que la tomes si tienes problemas renales.

La Metformina está contraindicada en personas con ciertas situaciones ya que puede aumentar el riesgo de acidosis láctica, incluyendo trastornos renales, enfermedad pulmonar y enfermedad hepática.

Aunque se trata de un medicamento seguro y probado, al uso de la metformina se le conocen varios posibles efectos secundarios nocivos. En primera instancia puede provocar problemas gastrointestinales, tales como diarrea, náuseas, dolor estomacal y vómitos; la ingesta de la metformina junto con la comida posiblemente reduce tales problemas. Un porcentaje pequeño de personas experimentan una alteración del sentido del gusto que toma la forma de un molesto sabor metálico, identificable por una sensación de debilidad y malestar general asociada con la acumulación excesiva de ácido láctico en la sangre. Sin embargo, la metformina es más segura que la fenformina, y el riesgo de desarrollar acidosis láctica no se incrementa por la medicación, siempre y cuando no se prescribe a los conocidos grupos de alto riesgo.

En el hígado, la metformina inhibe la gluconeogénesis, también por incremento en la sensibilidad a la insulina. La hiperglucemia postprandial se reduce como resultado de un mecanismo de absorción de glucosa retardada a nivel gastrointestinal de la metformina.

 

Equipo de redacción.
Camilo Ameyaltzin.

 

Alfonso Martínez
Naturista y fitoterapeuta.
Consultas en Monterrey días 28 y 29 de enero 2015
Citas al correo: naturistaalfonso@outlook.com