LUNES, 27 de enero de 2014 (HealthDay News)

Una revisión reciente, halla que algunos métodos parecen funcionar mejor que otros, en particular lavarse las manos y los complementos de zinc para prevenir los resfriados, y los descongestionantes y analgésicos para tratarlos.

Para prevenir los resfriados, lavarse las manos con frecuencia resultó ser lo mejor, aseguró el líder del estudio, el Dr. Michael Allan, director de medicina basada en la evidencia en medicina familiar de la Universidad de Alberta, en Canadá.

Además de lavarse las manos, los complementos diarios de zinc parecieron ayudar a los niños a evitar los resfriados, hallaron algunas investigaciones, y Allan apuntó que probablemente funcione en los adultos. Pero la evidencia no es firme.

«No es algo que recomendaría de forma regular», comentó. El uso de zinc puede conducir a las náuseas, y deja un regusto desagradable, anotó.

Para el estudio, el equipo de Allan revisó cientos de estudios publicados que observaron las mejores formas de prevenir y tratar los resfriados. La revisión aparece en la edición del 27 de enero de la revista CMAJ (Canadian Medical Association Journal).

Algunas evidencias también sugieren que los probióticos, que son las «bacterias buenas» halladas en algunos yogures y otras fuentes, ayudaban a prevenir los resfriados. Pero los estudios incluían varias combinaciones de probióticos, así que realizar comparaciones sobre cuáles eran los mejores resultó difícil, lamentó Allan.

Para la prevención de los resfriados, no hubo evidencia clara respecto a las gárgaras con agua, y no se halló ningún beneficio de añadir una solución de yodo, ni para el ginseng, el ejercicio, el ajo, la homeopatía, la equinácea ni las vitaminas C o D.

Para el tratamiento de los resfriados, los antihistamínicos en sí no ayudaron. Pero sí ayudaron algo cuando se usaron en combinación con los descongestionantes, los analgésicos o ambos, pero solo en los niños mayores de cinco años y los adultos. Dijo que para la fiebre en los niños los padres pueden usar acetaminofén o ibuprofeno, «pero el ibuprofeno es superior al acetaminofén, es un febrífugo más potente».

Los aerosoles nasales con ipratropio (Atrovent), recetados para las alergias y otras afecciones, podrían ayudar con el escurrimiento nasal, pero no ayudan con la congestión, halló Allan.

Para la tos asociada con el resfriado, la tos se reduce en los niños mayores de un año que reciben una sola dosis de miel a la hora de irse a dormir, aseguró Allan. Los niños menores de un año no deben consumir miel, debido al riesgo de envenenamiento con botulismo.

Muchos antiguos tratamientos favoritos se quedaron cortos, halló Allan. Las friegas con mentol se vincularon con quemazón en la piel, los ojos y la nariz. No se halló un beneficio claro de la irrigación nasal, el aire humedecido, los medicamentos herbales chinos, el ginseng ni la vitamina C. Los aerosoles intranasales de zinc no se deben usar, señaló Allan. No tienen un beneficio claro y podrían conducir a una pérdida del olfato.

Incluso sin evidencia de un beneficio, Allan aseguró que muchos de sus pacientes insisten en los remedios que los han ayudado en el pasado. Siempre y cuando no hagan daño, les dice que los usen.

«Las personas tienen reacciones individuales a los medicamentos que no son predecibles», señaló. «Y por supuesto también está el efecto placebo… si uno cree que funciona [y se siente mejor]».

El hallazgo de que lavarse las manos es el mejor preventivo parece ser verdad, aseguró el Dr. Aaron Glatt, vocero de la Sociedad Americana de Enfermedades Infecciosas (Infectious Diseases Society of America) y vicepresidente ejecutivo del Centro Médico Mercy, en Rockville Centre, Nueva York.

La mayoría de tratamientos para el resfriado común tienen efectos mínimos, concurrió Glatt. Cualquier remedio que elija contra la gripe, añadió una advertencia: «si sufre de una enfermedad subyacente, consulte al médico para asegurar que no haya complicaciones».

Por ejemplo, todo el que sufra de una enfermedad del corazón o de los pulmones debe saber que un resfriado podría afectarle más que a los demás. «Ese tipo de pacientes deben consultar al médico», enfatizó Glatt.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare

FUENTES: Michael Allan, M.D., associate professor and director, evidence-based medicine in family medicine, University of Alberta, Edmonton, Canada; Aaron Glatt, M.D., spokesman, Infectious Diseases Society of America and executive vice president, Mercy Medical Center, Rockville Centre, N.Y.; Jan. 27, 2014, CMAJ (Canadian Medical Association Journal)

Equipo de Redacción.
Autor: Alfonso Martínez   asistente@naturistaalfonso.com
Naturista.