En las últimas décadas se ha observado un incremento en el interés por comprender los procesos asociados al envejecimiento y una preocupación creciente por el estudio desde diferentes disciplinas, por encontrar factores favorables que contribuyen al envejecimiento, cuestión inherente a todo ser humano
Una de las mayores preocupaciones en nuestra sociedad actual es todo lo concerniente al empleo. Quizás las perspectivas que se han estudiado con más intensidad, y donde más medidas correctoras se han establecido.
Las expectativas que posea un trabajador acerca del nuevo estadío en el que se va a situar (jubilación) influye mucho en el ajuste que dé a la nueva situación. Si las expectativas son positivas y están planificadas se obtendrá un adecuado ajuste y satisfacción en la jubilación.
Factores que contribuyen para la jubilación satisfactoria:
- La forma como se entienda esta nueva situación marcará el comportamiento posterior de la persona retirada.
- Las personas casadas (fundamentalmente hombres) suelen tener tras la jubilación, una mayor satisfacción moral y vital, mejor salud física y psicológica y mayor apoyo social.
- El apoyo social que el trabajador reciba por parte de las personas relevantes que le rodean (familiares y amigos, básicamente), incidirá en el mejor ajuste ante la nueva situación.
- Hombres y mujeres que tienen unos ingresos adecuados, buena salud, residen en un medio agradable y tienen acceso a un buen sistema de apoyo social son más favorables a estar satisfechos con la jubilación, que aquellos que no poseen los anteriores factores.
- Poseer buena salud al jubilarse da oportunidad de que se tenga la posibilidad de ocupar el tiempo en algunas otras actividades que generen bienestar al jubilado.
- Cuando los trabajadores han planificado su jubilación y las actividades posteriores que les gustaría realizar el ajuste es muy positivo.
- Factores de personalidad también influyen: ser extrovertidos, empáticos, manejo de emociones, nivel óptimo de autoestima, etc.
La jubilación puede tener diferentes significados para cada persona dependiendo de numerosas circunstancias personales, sociales, económicas, etc. Tener una vida cotidiana de calidad y sentir control personal sobre esa vida son elementos clave en la vivencia positiva de la etapa de la jubilación.
Como en el resto de transiciones importantes de la vida, hay que ofrecer a las personas oportunidades para prepararse adecuadamente y con la antelación debida a su jubilación. De este modo, maximizaremos las posibilidades de que se produzca una buena adaptación a este nuevo y emocionante periodo vital.
Sentirse activo, productivo, útil e implicado socialmente y en la comunidad de pertenencia son necesidades importantes que han de ser satisfechas en la vida posterior a la jubilación y, en cualquier caso, en la vejez. Es responsabilidad de todos contribuir a ofrecer respuestas satisfactorias a estas necesidades fundamentales de las personas tras su salida del mercado laboral.
Referencia: Madrid García, A. J. (2000). La preparación para la jubilación: Revisión de los factores psicológicos y sociales que inciden en un mejor ajuste emocional al final del desempeño laboral. Anales de Psicología, 87-99.
Erika
Psicóloga
Alfonso Martínez
Naturista y fitoterapéuta
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