Radiaciones de la Tomografía Axial Computarizada o TAC

Cada vez es más frecuente que llegan a mi consultorio personas a las cuales se les ha realizado un TAC o tomografía solo por la mínima sospecha de un tumor cuando no se han agotado otros recursos clínicos y paraclínicos. El verdadero problema es que el estudio de TAC representa por si mismo un elevado riesgo ya que cada vez las imágenes obtenidas con  mayor nitidez lo cual implica siempre una mayor cantidad de radiaciones.

Una sola sesión de tomografía equivale a exponerse al sol sin protección alguna incluso sin ropa por 4.5 años continuos lo que la toma de una placa de tórax equivale a 72 horas de sol.

El siguiente párrafo ha sido tomado de un informe del sitio de sanidad publica de Asturias “¿Qué es un TAC y por qué es nocivo? Es realidad una exploración de rayos X que produce imágenes detalladas de cortes axiales del cuerpo. En lugar de obtener una imagen plana como una radiografía convencional, el TAC ofrece múltiples imágenes al rotar alrededor del cuerpo. Un ordenador se encarga de combinar todas las tomas en una imagen final que representa el corte del cuerpo a estudiar como si fuera una rodaja. El problema es que para obtener esa visión hay que emitir muchas radiaciones ionizantes, con efectos negativos sobre el cuerpo humano. Por ejemplo, en un TAC abdominal, se puede recibir la radiación de más de 50 radiografías de tórax, el equivalente de radiación natural de más de cinco años.”

Estudio americano

Precisamente, sobre los efectos nocivos del TAC acaba de pronunciarse la Sociedad de Radiología de Estados Unidos. En un estudio realizado entre 31.462 pacientes, de los que un 56% eran mujeres, concluye que en un 15% de los casos, la exposición a las radiaciones de un escáner había incrementado exponencial mente el riesgo a padecer cáncer de los enfermos.

La investigación duró 22 años, periodo en el que se habían practicado a estos 31.462 enfermos un total de 190.000 TAC. A una tercera parte de los encuestados se les había practicado cinco a más tomografías a lo largo de su vida y a un 5%, más de 22 pruebas de este tipo. El documento de la Sociedad Radiológica de Estados Unidos muestra cómo un 15% se expuso a unos niveles de radiación que equivaldrían a los de 1.000 placas de tórax (3.000 días al sol). ‘Con esta dosis’, precisa el estudio, ‘existe evidencia epidemiológica sobre el incremento de riesgo de cáncer’.

Tras la investigación, los expertos han concluido que «hay que analizar caso por caso y determinar si compensa este tipo de pruebas»

Además, proponen identificar a aquellas personas con mayor riesgo a los efectos nocivos de las radiaciones a fin de arbitrar medidas protectoras.

La medicina naturista tiene 3 formas de diagnóstico y una de ellas puede tomar en cuenta estudios como el TAC sin embargo lo digo por experiencia propia no es nada común y en mi caso considero muy poco necesario aunque acepto el nivel de certidumbre que este estudio representa también entiendo que no existe aparato con un 100% de precisión a la hora de diagnosticar.

El presente artículo no pretende hacer énfasis de forma negativa sobre el uso de la tomografía axial simplemente es un llamado a un análisis por parte del médico tratante antes de mandar este estudio a agotar otras posibilidades y no al mínimo dolor de cabeza solicitarlo, en México el estudio va a la alza de una manera sorprendente hasta hace 3 años había visto 4-5 tomografías en 15 años y en este mes me han llegado 5 pacientes que entre sus estudios me traen TAC que otros médicos les han pedido, me recuerda un poco a un paciente que hace años me visitó que para “asegurarse” de un diagnóstico de cirrosis hepática se le había practicado una cirugía y con la buena noticia que no venía padeciendo este mal.

Dejo aquí también un artículo pequeño tomado  de la revista New England Journal of Medicine al respecto.

Is Computed Tomography Safe?
Smith-Bindman R. NEJM 2010.363(1):1-4.

Las dosis de radiaciones que recibe un paciente en una tomografía computarizada, TAC, son de 100 a 500 veces mayores a las de una radiografía convencional, dependiendo de la parte del cuerpo que se estudia. Los productores de equipos compiten, en parte, en la calidad de la imagen, lo que está asociado directamente con la dosis de radiación. Los avances técnicos, como el incremento de la velocidad de la imagen, han llevado a nuevas técnicas que han elevado también las dosis. Hoy crece el consenso de que debemos asegurarnos que los pacientes que reciben una TAC se expongan a la menor dosis posible de radiación. La TAC ha transformado la práctica de la medicina, llegó el momento de sistematizar su uso para asegurar que la misma sea lo más segura posible.

Equipo de Redacción.
Alfonso Martínez.
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