Heridas y rozaduras tratadas al natural

Es común que suframos alguna herida o rozadura, por alguna caída, golpe, entre otras. Las rozaduras son lesiones que ocurren cuando la piel se encuentra sometida a la presión continua de un objeto. Puede ser también el resultado de pequeños golpes o roces contra una pared u otro objeto.

Las rozaduras casi siempre se acompañan de la pérdida de pequeñas extensiones de piel, y dejan al descubierto tejidos subcutáneos. Por otro lado, las heridas pequeñas o cortaduras son daños que ocurren en las capas superiores de la piel, que por lo general, no originan grandes sangrados o hemorragias, ni afectan órganos vitales.

En muchas ocasiones se sufren pequeñas heridas cuando se realizan tareas en el hogar (especialmente en la cocina al elaborar las comidas o cuando se efectúan reparaciones), cuando una persona resbala y se cae o cuando un animal doméstico araña un brazo u otra parte del cuerpo. Es necesario curar la herida una vez que haya ocurrido la lesión y tomar las debidas medidas para evitar infecciones.

Remedios curativos

1.- Licua 1 penca de sábila o áloe vera con cáscara y gel y mezclar con 6 cucharadas de miel de abeja. Aplica esta preparación en el área afectada de las heridsa o rozaduras.

2.- Aplica hojas frescas de berro sobre la herida para ayudar a la maduración o cicatrización.

3.- Lava la herida con agua donde se haya agregado unas gotas de limón.

4.- Mezcla ajo machacado y miel úsalo como cataplasma curativa, aplicándolo directamente sobre los cortes o las rozaduras.

5.- Hierve 50 gramos de hojas de ajenjo en un litro de agua durante 10 minutos. Aplicar esta infusión de grandes propiedades antisépticas sobre las heridas pequeñas.

 

Equipo de redacción
Alfonso Martínez
Naturista y fitoterapeuta

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