Las náuseas y los vómitos son uno de los efectos adversos más frecuentes de la quimioterapia y uno de los más temidos por los pacientes. La tendencia a utilizar regímenes quimioterápicos combinados cada vez más agresivos en ocasiones permite obtener mejores resultados terapéuticos, pero frecuentemente a una mayor toxicidad.

En algunos casos, el oncólogo tratante y el personal de enfermería tienden a minimizar el posible impacto de las NVITQ (náuseas y vómitos inducidos por quimioterapia) en la calidad de vida del paciente, en particular las náuseas y los vómitos tardíos, es decir, aquellos que aparecen luego de las 24 horas de administrada la quimioterapia. Los pacientes que experimentan NVIQT también tienden a sufrir más anorexia, insomnio y fatiga que aquellos que no los experimentan, y en los casos más graves, este efecto adverso puede hacer que le paciente no complete una quimioterapia potencial curativa.

Además, un inadecuado manejo de las NVIQT puede aumentar la aparición de complicaciones como la deshidratación, desequilibrios hidroelectrolíticos, síndrome de Mallory-Weiss, neumonía aspirativa, entre otras.

También debe tenerse en cuenta que el hecho de que un paciente que está recibiendo quimioterapia, presente náuseas y vómitos, no necesariamente implica que tenga NVIQT. Las náuseas y los vómitos pueden estar causados por hipertensión endocraneana, hipercalcemia, oclusión intestinal, etc., así como por causas más comunes como la gastritis aguda, gastroenteritis, etc. Por lo tanto, se debe de tomar en cuenta las causas adicionales a las NVIQT en todo paciente oncológico que presente emesis, en particular cuando las características de la misma no son las típicas de la emesis posquimioterapia.

Sin embargo, la suplementación con jengibre y una dieta rica en proteínas permite reducir la medicación antiemética en pacientes de cáncer tratados con quimioterapia.

En este estudio se reclutaron 28 pacientes de cáncer, de edades comprendidas entre 28 y 83 años, y que eran tratados con quimioterapia por primera vez. Se establecieron 3 grupos según la dieta asignada: grupo placebo (con la dieta habitual), y dos grupos que suplementaba la dieta habitual con una bebida rica en proteínas (23%) y 250 mg de raíz pulverizada de jengibres, el tercer grupo además consumía una segunda bebida proteica (con un 73% de proteínas). Estas dietas fueron realizadas durante los tres días siguientes al día después de la quimioterapia. Los resultados mostraron que las náuseas disminuyeron en el tercer grupo de tratamiento, el que consumía un mayor aporte proteico. A pesar de estos resultados positivos, se ha de destacar la falta de un grupo únicamente con la suplementación de jengibre y otro con el aporte proteico adicional.

 

Referencias.
http://www.rmu.org.uy/revista/2004v2/art6.pdf

fitoterapia.net

 

 

Diana
Equipo de redacción
Alfonso Martínez
Naturista y fitoterapeuta

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