Las semillas de calabaza (Cucurbita pepo L.) presentan actividad antiinflamatoria, por lo que ayuda a aliviar la necesidad de miccionar frecuentemente en casos de hipertrofia prostática. De hecho, el aceite obtenido de las semillas es recomendado para la hiperplasia benigna de próstata.

Contiene de 45-52% de ácidos grasos insaturados, de los cuales 80% son linoleico y oleico, y un 19% de ácidos grasos saturados palmítico y esteárico. También contiene el aceite carotenoides luteolina y β-caroteno y tocoferoles.

El aceite de semillas de calabaza funciona como antihelmíntico, es decir, que actúan sobre los parásitos y durante mucho tiempo se empleó precisamente por estas propiedades antiparasitarias.

En un estudio, el aceite ha demostrado que inhibe la hiperplasia de próstata inducida por testosterona, además este aceite también disminuye la presión de la vejiga y de la uretra. Y su extracto también es antiinflamatorio del edema inducido por carragenina o dextrano, que se le atribuye a los fitoesteroles, ya que son capaces de interferir en la biosíntesis de prostaglandinas.

Sin embargo, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) recomienda y aprueba su uso para  tratar molestias miccionales asociadas a hiperplasia benigna de próstata y vejiga inestable.

En cuanto a su dosis la ESCOP y Comisión E recomiendan, salvo otra prescripción, 10-20 g de semillas diarias en adultos o lo equivalente en preparados galénicos, sin restricción en la duración del tratamiento.

Equipo de redacción
Alfonso Martínez
Naturista y fitoterapeuta

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