Alcoholismo.

El alcohol, sustancia psicoactiva con propiedades causantes de dependencia, se ha utilizado ampliamente en muchas culturas durante siglos. El consumo nocivo de alcohol conlleva una pesada carga social y económica para las sociedades.

Afecta a las personas y las sociedades de diferentes maneras, y sus efectos están determinados por el volumen de alcohol consumido, los hábitos de consumo y, en raras ocasiones, la calidad del alcohol. En 2012, unos 3,3 millones de defunciones, o sea el 5,9% del total mundial, fueron atribuibles al consumo de alcohol.

El alcoholismo (o dependencia alcohólica) se caracteriza por un consumo excesivo de alcohol durante un tiempo prolongado, que supone dependencia del mismo. Se considera un grave perjuicio para la salud, que aumenta el riesgo de muerte como consecuencia enfermedades especialmente en el Hígado.

Alcohol en el Hígado.

El alcohol es una fuerza exigente en el hígado que requiere que deje a un lado sus actividades normales para metabolizar el alcohol. De hecho, metabolizar grandes cantidades de alcohol puede cambiar permanentemente la estructura celular del hígado, lo que a su vez afecta la capacidad de metabolizar grasas.

Existen tres enfermedades principales asociadas al exceso de consumo de alcohol, hígado graso, hepatitis y cirrosis. Exigir demasiado al hígado con alcohol comienza a dañar y eventualmente matar las células del hígado. Aunque el cuerpo puede continuar funcionando con menos células en el hígado, el consumo continuo puede aumentar esta pérdida con el tiempo.

Fuente: http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs349/es/

 

 

Equipo de redacción.
Autor: Alfonso Martínez asistente@naturistaalfonso.com
Naturista.