Mitos y realidades de los antioxidantes

Uno de los problemas surgidos en estos años pasados fue el considerar a los antioxidantes como la panacea frente a todas las enfermedades en las cuales el estrés oxidativo está implicado, así como para retardar el envejecimiento, lo cual ha llevado a su aplicación masiva como aditivo alimentario, cosmético o medicamento, con un gasto de varios millones de pesos al año. ¿Pero está justificado este abuso?: La respuesta es eludiblemente negativa.

Diversos estudios demuestran que la administración masiva de sustancias antioxidantes como preventivas frente a diferentes patologías es en la mayoría de los casos ineficaz, y en algunas situaciones es claramente negativa.

Así, un estudio en Finlandia (Alpha-tocopherol Beta-Carotene Cancer Prevention Study o ATBC) con personas con factores de riesgo de padecer cáncer de pulmón (fumadores y bebedores), se le administró de forma crónica α-tocoferol, β-caroteno o ambos. En todos los casis hubo un mayor incremento de riesgo en los tratados que en el placebo. En otro estudio (Physician’ Health Study) realizado durante 12 años con 22.000 individuos, la evaluación de los resultados indicó que no le produjo efecto protector a los voluntarios, aunque tampoco aparecieron efectos indeseables o tóxicos señalables.

Como conclusión, los antioxidantes son necesarios para la vida, pero su empleo como complemento o suplemento será de especial interés cuando exista una carencia o alteración fisiopatológica que así lo recomiende. La revista científica The Cochrane database of systematic reviews no se olvida de mencionar que, debido a que solo se ha examinado la influencia de los suplementos de antioxidantes, sus hallazgos no deben aplicarse a los efectos potenciales de frutas y verduras. En otras palabras, no discute los beneficios de la dieta basada en alimentos de origen vegetal, sino que cuestiona los riesgos de «envasar» la alquimia de la naturaleza.

Al final les dejamos algunos enlaces más de estudios realizados con resultados poco favorables para este mito, en fin, todo lo anteriormente expuesto nos lleva a pensar en que las propiedades antioxidantes no son en la mayoría de los casos las responsables de la actividad farmacológica de compuestos y fármacos utilizados para tal fin, pudiendo ser su administración indiscriminada en algunos casos potencialmente dañina para la salud.

Las siguientes son sustancias antioxidantes cuya actividad no es debida a estas propiedades, de la mayoría su efecto es indirecto:

  • Fitoestrógenos
  • Ácido ascórbico
  • Melatonina
  • Retinol
  • Resveratrol

Si desean que más adelante se haga un artículo explicando entonces cómo es que funcionan, déjenoslo saber en los comentarios.

Fuentes.
http://www.fitoterapia.net/revista/revista_sumarios.php
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/18997197
http://atbcstudy.cancer.gov/study_details.html

 

Ivonne
Asistente
Alfonso Martínez
Naturista y fitoterapeuta
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