Silybum marianum (L.) Gaertner 

Información científica del Cardo mariano

Sinónimos: Cardo, Cardomarino, Cardo blanco, Cardo borriquero, Cardo lechero,  Cardo de María, Cardo mariano, Cardo pinto

Nombres botánicos: Silybum marianum, Carduus marianus, Carthamus maculatum, Cirsium maculatum, Sylibum maculatum

Portugues: Cardo-de-santa-maria

Frances: Chardon marie

English: Milk thistle

Italiano: Cardo mariano

Deutsch: Mariendistel

Descripción
Hojas ovaladas de hasta 30 cm. las basales distribuidas en roseta, bordes con lóbulos irregulares y espinas, color verde brillante con nervios blancos, altura entre 20 y 180 cm; flores de color rosa intenso o azul- violáceo que suelen aparecer el segundo año pudiendo alcanzar hasta los 8 cm de diámetro, brácteas externas en forma de pincho curvo con espinas laterales en una base dilatada, las medias/internas con espinitas próximas a un ápex también espinoso; las más internas prácticamente foliáceas y sin espina apical.

Como se hace hoy en día con los atletas que están bajo entrenamiento, antiguamente se sometía a las nodrizas a una dieta especial, en su caso una que favoreciera la secreción de leche. La dieta solía incluir cardo lechero, considerado un buen galactagogo. Esta creencia de basaba en una leyenda que atribuía las manchas blancas constituidas por las nervaduras de las hojas a una gotas de leche que cayeron de los senos de la Virgen María cuando amamantaba al niño Jesús.

En el siglo I de nuestra era, Plinio el Viejo dejó asentado que esta planta era “excelente para echar fuera la bilis”, es decir, para corregir alteraciones hepáticas, propiedad que las investigaciones modernas han confirmado. El cardo lechero contiene una sustancia química, llamada silimarina, que estimula de manera notable el desarrollo de las nuevas células hepáticas, lo que ayuda a la regeneración del hígado en casos de hepatitis y cirrosis hepática. La silimarina también tiene la propiedad de actuar como antídoto para contrarrestar el envenenamiento con el hongo llamado copa de la muerte, Amanita phalloides, que mata a sus víctimas destruyendo las células hepáticas.

Hábitat
Crece silvestre en el sur de Europa, norte de África, y Oriente Medio , y se cultiva en Hungría, Argentina, Venezuela, Ecuador y China; en México crece en terrenos secos y rocosos, orillas de caminos, terrenos baldíos.

Parte utilizada
Según la Farmacopea Europea la droga (Silybi mariani fructus) está constituida por el fruto maduro desecado, desprovisto de papo de Silybum marianum (L.) Gaertner.

Principales constituyentes
La Farmacopea Europea establece un contenido mínimo de 1,5% de silimarina, expresado en silibinina.
El fruto de cardo mariano contiene silimarina ( 1,5-3%), es una mezcla de diversos flavanonignanos que se encuentra especialmente en el tegumento. Los principales componentes de la mezcla son: silibina (=silibinina), silicristina y silidianina. También se encuentran los 3-desoxiderivados de la silidianina (denominado silimonina) y de la silicristina, así como la isosilicristina, isosilibina y su 3-desoxiderivado silandrina, los 3-desoxiderivados silihermina, neosiliherminas A  y B, 2, 3-dehidrosilibina y los tri- tetra- y pentámeros de la silibina (silibinómeros).
Flavonoides: taxifolina, quercetina, dihidrokempferol, kempferol, apigenina, naringina y otros.
Otros componentes de la droga son: aceite graso (20-30%), con una elevada proporción de ácido linoleico (60%), ácido oleico (30%) y ácido palmítico (9%) en sus triglicéridos; tocoferol (0,04%); esteroles (0,6%), como colesterol, campesterol, estigmasterol y sistosterol; proteínas (25-30%) y trazas de mucílago.

Acción farmacológica
Acciones antihepatotóxica y antioxidante.
La mayor parte de los estudios experimentales y clínicos han sido realizados con los flavanonignanos, especialmente silimarina y silibina.
-Acción antihepatotóxica. Se ha demostrado que la silimarina actúa directamente sobre las células del hígado como antagonista frente a diversos agentes hepatotóxicos: faloidina y alfa-amanita (toxina de Amanita phalloides), lantánidos, tetracloruro de carbono, galactosamina,  tioacetamida, así como el virus hepatotóxico FV3, característico de los animales de sangre fría. La eficacia terapéutica de la silimarina se basa en dos mecanismos de acción: modifica la estructura celular externa de los hepatocitos impidiendo la penetración de los agentes hepatotóxicos dentro de las células; además estimula la actividad de la polimerasa A de los nucléolos, con el consiguiente aumento de la síntesis protéica ribosomal, lo que estimula la capacidad de regeneración del hígado y la producción de nuevos hepatocitos.
-Acción antioxidante. La silimarina y la silibina han demostrado en estudios in vivo e in vitro actividad antioxidante y captora de radicales libres a nivel de la producción de especies oxigenadas (ROS) y a nivel de peroxidación. Estas actividades de la silimarina, están probablemente relacionadas con su acción antihepatotóxica.

Otras acciones:
-Los flavanonignanos han demostrado acción antiinflamatoria y antialérgica tanto in vitro como in vivo.
La silibina ha demostrado actividad antitumoral en estudios in vitro, sobre líneas celulares tumorales humanas de ovario y mama. También ha demostrado una acción sinérgica con el ciplastino y doxorubicina. La silimarina, además en estudios frente a tumores inducidos por radiaciones UV en rata, ha demostrado, por vía tópica, un efecto protector sobre la formación de tumores así como una reducción de la incidencia, multiplicidad y volumen de los mismos.
-La silimarina ha demostrado actividad anticolesterolémica en experimentos in vivo y la silibina actividad anticolestática.

Indicaciones / recomendaciones
Según Comisión E, la droga puede emplearse en trastornos dispépsicos y los preparados que contengan un mínimo del 70% de silimarina, en daños hepáticos de origen tóxico, como coadyuvante en el tratamiento de inflamaciones hepáticas crónicas y cirrosis hepática inducida por alcohol, drogas o toxinas.
Estudios clínicos confirman la eficacia de la silimarina en pacientes con trastornos gastrointestinales: reduce el meteorismo y alivia la sensación de tensión y flatulencia en el tubo digestivo. También se ha observado en un estudio, un claro incremento del apetito y aumento de la capacidad física.
La experiencia pone de manifiesto que la administración de 140 mg de silimarina 3 veces al día, disminuye de forma significativa la mortalidad en pacientes con cirrosis hepática debida al alcohol. La silimarina también ha demostrado clínicamente mejorar la función inmune en paciente con un historial clínico comprobado de enfermedades crónicas en el hígado producidas por el abuso de alcohol.
Otro estudio clínico a doble ciego, ha demostrado que la silimarina (140 mg/ 3 veces al día) incrementa significativamente el nivel de bilirrubina en suero de paciente con hepatitis vírica aguda.
La OMS señala también usos populares carentes de ensayos farmacológicos o clínicos: amenorrea, diabetes, fiebre de heno, hemorragias uterinas y varices.

Posología
Los preparados del fruto de cardo mariano se administran por vía oral. Se emplea la droga triturada para infusión, así como otros preparados galénicos y la silimarina estandarizados. La duración del tratamiento no esta limitada.
Comisión E (salvo otra prescripción): dosis media diaria de 12 a 15 g de droga. Para las diversas preparaciones, dosis equivalente a 200-400mg de silimarina, calculada como silibina.
OMS (salvo otra prescripción): dosis media diaria de 12 a 15 g de droga; En preparaciones estandarizadas, 200-400 mg de silimarina, calculada como silibina. En Alemania existe una preparación para administración parental de hemisuccinato sódico de silibina para el tratamiento del envenenamiento debido a la ingestión de Amanita phalloides.

Contraindicaciones
Embarazo, lactancia: no hay datos, se aconseja no utilizar sin autorización y control médico.
No se han descrito interacciones.

Efectos secundarios
En casos esporádicos se ha observado una ligera acción laxante de los preparados. En cuanto a la droga, no se ha descrito.

Precauciones
La silimarina no es tóxica, ni siquiera a dosis altas (20,0 g/Kg por vía oral en ratas).
El tratamiento profiláctico con la silimarina es más eficaz que el terapéutico, una vez que se haya producido el daño hepático.

Fuente: fitoterapia.net, Secretos y virtudes de las plantas medicinales, ISBN 968-28-0099-4 Pag. 144

Equipo de redacción.