El castaño de indias lleva por nombre científico (Aesculus Hippocastanum) Comúnmente es muy conocida en la medicina natural y recomendada para tratar los problemas de la mala circulación sanguínea.

Semillas:

Principalmente se utilizan sus semillas ya que gracias a la presencia de escina, las semillas tienen propiedades antiinflamatorias y venotónicas disminuyendo la permeabilidad de los vasos y ejerciendo una importante acción antiedematosa.

El extracto de semilla reduce la actividad enzimática que está aumentada en patologías crónicas venosas, de forma que se reduce la hidrólisis de los proteoglicanos que constituyen parte de las paredes capilares. Además la filtración de proteínas de bajo peso molecular, electrolitos y agua hacia el intersticio es inhibida por una reducción en la permeabilidad vascular.

La escina presenta estas propiedades gracias a un mecanismo molecular de mejora en la entrada de iones de calcio que provoca un aumento de la tensión venosa, tanto in vivo como in vitro. Otros mecanismos como la liberación de las venas, antagonismo a la histamina y catabolismo reducido de los mucopolisacáridos tisulares contribuyen a estas acciones farmacológicas.
La proantocianidina A2 ha demostrado actividad venotónica y protectora de la pared vascular (aumenta la resistencia capilar y disminuye la fragilidad). Tiene actividad antioxidante y clínicamente ha mostrado, en aplicación tópica, un efecto protector frente a la inducción de eritema por radiaciones UV.

Corteza:

Corteza: En la corteza del castaño de indias destaca el esculósido. El esculósido tiene propiedades venotónicas, ya que aumenta la resistencia capilar; además reduce el daño producido por los rayos ultravioleta, por lo que se emplea en la fabricación de protectores solares.

Equipo de redacción
Alfonso Martínez
Naturista y fitoterapeuta

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