Comer es un conducta que libera numerosos neurotransmisores, como la dopamina, que nos hacen sentir bien y cuando se come por ansiedad pueden aparecer sentimientos de culpabilidad.
La ansiedad en un estado de agitación e inquietud desagradable caracterizado por la anticipación del peligro y sus efectos pueden verse reflejados en todos los ámbitos de nuestra vida, esto incluye los hábitos alimenticios.
En este sentido cuando la persona come no porque tenga hambre real o tenga que satisfacer una necesidad física, sino que come para “saciar” sus necesidades emocionales. La ansiedad por comer se distingue porque la persona siente una gran “necesidad” de comer, esa necesidad que aparece de forma impulsiva e incontrolada.
Se puede decir que esta acción es un tipo de trastorno alimentario altamente relacionado con los conflictos anímicos y las emociones que, al no saber resolverlos, alteran su estado natural. Mientras que el hambre real es una necesidad básica de todo ser vivo, se identifica porque se para de comer una vez que se siente saciedad y se consumen alimentos para nutrirse y no solo para comer cualquier cosa.
Ahora bien ¿cómo evitar comer por ansiedad? Para controlar este impulso no será sencillo, requiere de mucha voluntad y disciplina. Empieza por trabajar con tus emociones, busca ayuda profesional para que te guíe a manejar y disminuir los síntomas ansiosos. De igual manera realiza alguna actividad física para que te mantenga ocupado y puedas liberar esas emociones.
En algunos casos se desencadena por el abuso de alimentos muy dulces procesados, por lo que es mejor abstenerse de consumirlos. También es importante incrementar la ingesta de frutas y verduras, estos alimentos naturales te ayudarán a mitigar la sensación de hambre.
Fuentes:
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Alfonso Martínez
Naturista y fitoterapeuta
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