¿Sensación de frío en el bajo vientre, y también sensación de pérdida de calor y de fuerza unido al escozor o molestias al orinar, ganas de orinar muchas veces y en poca cantidad y sensación de malestar general?, todo ello nos está anunciando una infección de orina. A veces a esto se une la orina con mal olor y dolor abdominal, otras veces las infecciones complicadas pueden presentar además, fiebre, dorsalgia, náuseas y vómitos.

Hasta un 60% de las mujeres adultas sanas en algún momento pueden experimentar una infección del tracto urinario. Se da menos en hombres, pero cuando se da puede haber más complicaciones con prostatitis.

Los microorganismos que más a menudo producen la infección son bacilos gramnegativos, frecuentes en zona ano-genital, y Escherichia coli, que es el agente causal en un 80% de las infecciones agudas en pacientes sin sondas urinarias, cálculos o alteraciones urológicas. Normalmente, las bacterias que logran el acceso a la vejiga urinaria rápidamente son despejadas por dilución, con la micción, y por las propiedades antimicrobianas de la orina y de la mucosa vesical. Los leucocitos que se encuentran en la pared de la vejiga y en las secreciones de la próstata poseen propiedades antimicrobianas. Que sobrevenga infección depende de la interacción resultante del microbio o cantidades de microbios y los mecanismos de defensa locales y generales del individuo.

El análisis sencillo de orina puede mostrar piuria (leucocitos muertos formando pus) y bacteriuria importantes. La detección de un microorganismo en más de 10.000 ufc/ml permite establecer el diagnóstico. El aislamiento de más de un microorganismo puede significar contaminación y es conveniente obtener otra muestra de orina, aun cuando el paciente ya haya comenzado el tratamiento.

Los urocultivos, antibiogramas o aromatogramas suelen ser de utilidad para documentar sensibilidades a determinados antibióticos, o esencias de plantas. El urocultivo, como diagnóstico y control terapéutico, hay que hacerlo antes, durante y después del tratamiento. Sólo se debe etiquetar de infección urinaria si se ha realizado y éste es positivo y coincide con la clínica. Una vez localizado el germen y sabemos que es sensible a un antibiótico o esencia de plantas, estaremos más seguros de utilizarlos eficazmente.

Tratamiento

Alimentación

  • La dieta más eficaz es una dieta vegetariana. Desde una dieta amplia en la que hay abundantes frutas y verduras crudas, con la ausencia de carnes, pescados y sus derivados, hasta una dieta cruda vegetal con frutas y ensaladas; o una monodieta de frutas; o un ayuno terapéutico.
  • Eliminar los alimentos que irritan la vejiga, como cafeína, azúcar refinado, harina blanca, bebidas alcohólicas y nicotina, todos ellos habrán de evitarse. Estas sustancias irritantes establecen un medio en la vejiga que predispone a los pacientes a la infección y puede retardar la respuesta al tratamiento.
  • Elegir una dieta vegetariana rica en frutas y verduras. Entre las verduras, el ajo ha demostrado su efecto antibacteriano contra bacterias grampositivas y gramnegativas (incluida E. coli). Para un beneficio máximo, el ajo debe consumirse crudo. La cebolla también posee efectos antibacterianos. Sus efectos pueden ser útiles en el tratamiento y en la prevención de este trastorno.
  • Es importante prestar atención a los tipos de líquido. La diuresis de agua reduce las cifras bacterianas en la orina. Son recomendables el jugo de arándano y otras plantas medicinales, como el té. Se evitará tomar líquidos con irritantes (sobre todo cafeína) y azúcar.
  • Se recomienda específicamente tomar seis vasos de ¼ de litro de agua al día.

Fitoterapia

En el caso de la fitoterapia conviene una mezcla con acción antiséptica predominante y en segundo término antiinflamatorio, antiespasmódico y diurético.

Arándanos (Vaccinium macrocarpon).

La eficacia del arándano en el tratamiento y la prevención de las infecciones urinarias, se debe a sus propiedades de antiadherencia, que impiden a las bacterias adherirse a la pared de la vejiga.

Un ensayo a gran escala a 6 meses, comparativo con placebo, demostró una reducción de la bacteriuria en mujeres ancianas que tomaban 300 ml/día de una bebida de arándano estándar. Se obtuvieron muestras de orina una vez al mes en las mujeres que recibieron jugo de arándano y las mujeres que recibieron placebo. El estudio demostró una reducción estadísticamente significativa en la bacteriuria. También se considera que las propiedades antiadherentes del arándano tienen un papel en la prevención de las infecciones urinarias.

Gayuba (Arctostaphyllos uva-ursi).

Contiene arbutina, un antiséptico urinario que alguna vez se utilizó ampliamente en la medicina convencional. Se piensa que la arbutina funciona al liberar hidroquinona en la vejiga. Debido al riesgo tóxico de la hidroquinona, generalmente se recomienda la uva ursi y la arbutina sólo para su uso a corto plazo. Sin embargo, un estudio doble ciego controlado por placebo, de un año de duración, sobre la uva ursi (en combinación con la hoja de diente de león) en 57 mujeres, mostró una menor incidencia de infección de la vejiga en el grupo tratado.

Diana
Equipo de redacción
Alfonso Martínez
Naturista y fitoterapeuta

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