Si nos preguntamos que es el glutamato monosódico como si fuera algo muy raro y muy desconocido, solo basta con revisar la etiqueta de la botanita que comen nuestros hijos, las frituras, cheetos y si aun así no lo encontramos entonces busquemos en la sopa instantánea que toda chatarra no debe faltar en tenerla, en las salsas cátsup, chiles enlatados, salsa de soja y en gran cantidad en los cubos sazonadores de pollo, res y verduras para los caldos, y por supuesto en las comidas rápidas de McDonald’s y otras iguales.

Cuando investigamos sobre el glutamato monosódico terminamos por sorprendernos no del daño grave que cause en la salud ni de la perversidad de su efecto a nivel bioquímico sino más bien de su legalidad y falta de legislación, nos preguntamos ¿cómo es posible que las autoridades sepan de esto y lo permitan?
Pues debemos terminar por entender que la industria alimenticia siempre tiene formas de someter a su voluntad la ley y siempre será en perjuicio de nuestra salud y en beneficio de sus intereses monetarios.

Fue inventado en la década de los 60s causando de inmediato un boom en la industria alimenticia que solo se detuvo hasta que se descubrió que personas que acostumbraban a comer en restaurantes chinos comenzaron a presentar problemas de salud como nauseas, vómitos, diarreas frecuentes, jaquecas y migrañas que se le comenzó a llamar “síndrome del restaurante chino” y el causante era el glutamato monosódico entonces se comenzó a estudiar aún más y se descubrió también síndrome de malabsorción en niños y consecuente anemia incluso hiperactividad.

El glutamato monosódico bloquea receptores cerebrales que son los encargados de indicarnos nuestro límite de saciedad, es decir, podemos comer alimentos como las sopas maruchan sin sentirnos realmente llenos y esto hace que estas comidas sean más consumidas y por consecuencia lógica causen obesidad que es una de las principales causas de diabetes infantil.

Ahora se sabe que su consumo reduce también la absorción a nivel del duodeno así como aumenta la putrefacción en el intestino grueso lo que se traduce en una muy lenta digestión que hace que restos de la sopa puedan durar meses en el intestino lo que se traduciría primero en un aumento de gases y consecuente colitis que puede progresar en cáncer pues estas sustancias un día pueden ser reconocidas por el sistema inmune como agentes extraños y comenzar una respuesta inmunológica con células cancerosas como consecuencia, directamente está relacionado al aumento de la presión arterial y el deterioro de las paredes vasculares.

 

Equipo de Redacción.
Alfonso Martínez. naturistaalfonso@outlook.com
Naturista.