Estamos en la temporada de los fríos, y los cambios bruscos de estar caliente a un lugar frío hacen que nos enfermemos, como por ejemplo la gripe. Ésta es la infección vírica aguda más conocida y con el frío se acentúa más su presencia. Pero a veces este virus suele ser confundido con el resfriado común. Sin embargo ambas enfermedades a pesar de que son de origen vírico, son fácilmente de distinguir por los síntomas.
La gripe es una enfermedad infecciosa aguda, que afecta al aparato respiratorio y se propaga fácilmente y puede afectar a un gran número de personas en muy corto tiempo. Ésta enfermedad es causada por un virus de la influenza, de los que existen tres tipos: A, B y C.
La mayor parte de las epidemias de gripe se debe al virus de la gripe tipo A, mientras que el tipo B produce epidemias menos extensas y enfermedad más leve, y el tipo C causa raramente se produce.
Dentro se los síntomas comunes de la gripe están:
- Dolor de cuerpo
- Decaimiento
- Mareos
- Dolor de cabeza
- Escalofríos
Pero con los días que pasan, se manifiestan la congestión nasal, tos seca, estornudos, y en la mayoría de los casos el dolor de garganta. También es posible que algunas personas no tengan apetito por comer.
Aunque habitualmente se trata de una enfermedad leve, puede adquirir mayor gravedad, y ser incluso mortal en pacientes que sean de la tercera edad o con enfermedades crónicas, respiratorias, cardiacas, entre otras.
En cambio un virus del resfriado se propaga a través de diminutas gotitas aéreas que se liberan cuando una persona enferme estornuda, tose o se suena la nariz. Y puede ocurrir en cualquier época del año, pero es más común en invierno o en las temporadas de lluvias.
El resfriado empieza provocando malestar general empezando con estornudos, dolor de garganta, goteo y congestión nasal, y tos.
Las personas son más contagiosas durante los primeros 2 a 3 días del resfriado. En la mayoría de los casos, un resfriado no es contagiosos después de la primera semana.
Sin embargo tanto para prevenir gripes como resfriados, te presentamos estos sencillos consejos:
1.- Refuerza el sistema inmunitario.
2.- Lleve una alimentación equilibrada y realiza ejercicio con regularidad.
3.- Mantén una alimentación rica en alimentos con vitamina C, como por ejemplo cítricos, algunas frutas, pimientos, etc.
4.- Bebe muchos líquidos y mantente en reposo.
5.- Mantén tu higiene, lavándote las manos correctamente.
6.- Utiliza pañuelos desechables.
Referencias.
infosalus.com
http://www.cun.es/enfermedades-tratamientos/enfermedades/gripe
www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish
Diana
Equipo de redacción
Alfonso Martínez
Naturista y fitoterapeuta
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