Estrés saludable

La manera en que cada persona afronta los desafíos ambientales diarios está determinada por diversos factores genéticos, ambientales, físicos, la experiencia previa o la ayuda social, entre otros. Pero si estas experiencias son repetitivas e incontrolables pueden generar un desgaste en el individuo ejerciendo una notable influencia perniciosa sobre su salud, por ejemplo, en la expresión y patogénesis de enfermedades o de trastornos afectivos como la ansiedad y la depresión.

Cuando escuchamos la palabra estrés a nuestra mente generalmente viene algo negativo, sin embargo, el estrés hasta cierto nivel resulta benéfico. Hans Selye definió ante la Organización Mundial de la Salud el término estrés (del griego stringere = tensión) como la respuesta no específica del organismo a cualquier demanda del exterior. Cabe mencionar que existen dos tipo de estrés:

  • El eustrés es una respuesta de afrontamiento que permite al organismo adaptase y sobrevivir, por lo tanto representa un beneficio para quien lo experimenta.
  • El distrés se caracteriza por un contenido emocional de experiencias nocivas y el estado emocional resultante provoca un efecto nocivo en el bienestar individual.

Sin embargo, otros autores simplemente consideran que el estrés es necesario para afrontar cualquier situación que ponga en riesgo la vida de un individuo, pero que puede llegar a tener un efecto perjudicial si éste es constante.

El estrés agudo puede ser definido como un proceso que lleva a interpretar y evaluar la amenaza, el daño o la demanda en general, pero si la exposición al agente estresante es excesiva, repetitiva y prolongada en el tiempo, como sucede en el estrés a largo plazo, la permanencia de los mecanismos adaptativos transforma un mecanismo protector y de ajuste transitorio en otro con alto poder patogénico.

Un estrés excesivo debido a un estímulo demasiado grande, puede conducir a la angustia. Se rompe la armonía entre el cuerpo y la mente, lo que impide responder de forma adecuada a situaciones cotidianas.

Una emoción agradable producto de una buena noticia produce los mismos efectos que una emoción desagradable, producto de una mala noticia. Ambas situaciones son causa de estrés. No obstante, la mayoría de las veces, las respuestas del organismo se realizan en armonía, con la mayor naturalidad y sin consecuencias, ya que están adaptadas a las normas fisiológicas de la persona. Pero otras veces, las respuestas exigidas por una demanda intensa y prolongada, agradable o desagradable, son excesivas y superan las capacidades de resistencia y de adaptación del organismo.

El buen estrés es todo aquello que causa placer, todo lo que la persona quiere o acepta hacer en armonía consigo misma, con su medio y con su propia capacidad de adaptación. Es el estrés de la realización agradable. Ejemplos de buen estrés son la alegría, el éxito, el afecto, el trabajo creador, un rato de tranquilidad, compartir con otras personas, o sea, todos los aspectos que resultan estimulantes, alentadores, fuentes de bienestar, de felicidad o de equilibrio.

El tipo de estrés depende también de cómo se reciben y se interpretan los acontecimientos.   Una   misma   situación puede significar un mal estrés para una persona y un buen estrés para otra; o sea, lo que importa no es lo que sucede, sino la forma como se percibe.

A cada persona le conviene conocer tanto su nivel de estrés, sus límites y capacidad de adaptación así como la dosis de presión que puede soportar, para evitar situarse en condiciones que superen su umbral de tolerancia al estrés. Una cantidad moderada de tensión vital, esto es, de estrés, resulta saludable, por cuanto ayuda a alcanzar metas elevadas y a resolver problemas difíciles.

Referencias.
Molina-Jiménez, T. (2008). Estrés psicosocial: Algunos aspectos clínicos y experimentales. Anales de Psicología, Diciembre, 353-360.

Naranjo Pereira, María Luisa; (2009). Una revisión teórica sobre el estrés y algunos aspectos relevantes de éste en el ámbito educativo. Educación, 171-190.

 

Erika
Psicóloga
Alfonso Martínez
Naturista y fitoterapeuta

Consultas en línea virtual.
Consultas en Sonora cada dos meses
Consultas en Monterrey cada 60 días
Consultas en México DF cada 45días
Consultas en Texas cada 120 días
Consultas en Los Ángeles cada 60 días
Consultas en Querétaro cada 60 días
Citas al correo naturistaalfonso@outlook.com
Whatsapp +52 1 222 883 0904