Por Andrew y M. y Seaman

NUEVA YORK (Reuters Health) – Los programas que alientan u obligan a los médicos de hospital a reducir la indicación de antibióticos logran su objetivo y disminuyen la cantidad de bacterias peligrosas resistentes a los antibióticos.

El autor principal de la revisión señaló que el temor es que los médicos receten demasiados antibióticos, lo que aumenta la circulación de bacterias resistentes a los fármacos disponibles.

Esto hace que los pacientes se vuelvan más vulnerables a las infecciones secundarias y oportunistas, como por C. difficile. “La resistencia a los antibióticos es un problema de salud pública mundial cada vez más grave. Existe la preocupación en el mundo de que terminaremos rodeados de bacterias resistentes a los antibióticos existentes”, dijo el doctor Peter Davey, de la Universidad de Dundee, Escocia, sobre los resultados publicados en Cochrane Library.

Con su equipo buscó en las bases de datos de las investigaciones médicas estudios de alta calidad sobre la efectividad de los programas hospitalarios para reducir la cantidad de indicaciones de antibióticos, si dañaban a los pacientes y si disminuían la cantidad de bacterias resistentes o de infecciones asociadas.

En los 89 estudios de 19 países hallados, se evaluaron tres tipos de programas. Un enfoque había logrado reducir la cantidad de indicaciones de antibióticos con la imposición de algunos requisitos, como exigir la aprobación de un experto o completar más formularios. Otro grupo de programas apuntaron a persuadir a los médicos con educación y recordatorios sobre el uso seguro de los antibióticos. El tercer tipo de intervenciones se orientó a mejorar los análisis de laboratorio e implementar herramientas informáticas para la toma de decisión clínica.

Los programas que limitaban la capacidad médica de recetar antibióticos eran un 32% más efectivos en el primer mes que los que trataban de persuadir y educar.

Para Davey, es difícil decir si esa diferencia se traduciría en una reducción de la cantidad real de recetas de antibióticos que entregan los médicos porque cada estudio lo evaluó de distinta manera.

A los seis meses, los programas más restrictivos también lograron mejores resultados que los enfoques persuasivos al disminuir la cantidad de bacterias resistentes y las infecciones asociadas.

“Hallamos buenas pruebas de que las intervenciones restrictivas actúan más rápido para modificar los hábitos médicos al recetar un fármaco y los resultados microbianos”, dijo Davey.

Pero los beneficios desaparecían después del primer año, lo que sugiere que los programas persuasivos y educativos se nivelan en términos de efectividad, según sostuvo Davey.

El equipo halló también que los programas orientados a acelerar las pruebas de laboratorio y con herramientas informáticas para mejorar la toma de decisión ayudaron a los médicos a indicar más tratamientos adecuados.

Los autores opinan que los próximos estudios deberían comparar los programas entre sí.

FUENTE: The Cochrane Library

 

Equipo de Redacción.
Alfonso Martínez.
naturistaalfonso@outlook.com
Naturista.