Enzimas

Las enzimas son biomoléculas de vital importancia, la mayor parte de los procesos que el cuerpo humano realiza son mediados o tienen intervención de enzimas, pues bien, la principal función de estas es ayudar a que algunos procesos biológicos, haciéndolos más rápidos, o bien, ayudando a convertir a algunas sustancias grandes en derivados más pequeños para su absorción.

En el organismo podemos encontrar varios tipos de enzimas, en este caso se hablará un poco de las amilasas, y para comprender un poco mejor la función que tienen dentro de nosotros, basta con escuchar el nombre, el cual tiene una gran influencia por la palabra “almidón”, y por deducción, las amilasas se van a encargar de convertir las moléculas de almidón en moléculas más chicas. El almidón es un polisacárido (es decir, una azúcar muy larga), el cual se obtiene de una dieta compuesta por cereales, tubérculos, legumbres y gran variedad de verduras, y necesita ser “fragmentado” en partes más pequeñas que el organismo pueda utilizar; las amilasas son las que ayudarán en esto.

La digestión empieza en la boca, lugar donde encontraremos el primer tipo de amilasa, la amilasa salival, que es secretada por las glándulas salivales y tendrá como principal misión romper los enlaces del almidón en formas más pequeñas, que son la glucosa y maltosa. Sin embargo, no todo este proceso es llevado a cabo en la boca, pues el tiempo que duran los alimentos en esta cavidad es muy corto, por ello la importancia de la masticación, proceso que permite que los alimentos se empapen de saliva y la secreción de amilasa no sea en vano.

Posteriormente el bolo alimenticio entrará al estómago, donde la amilasa salival es inactivada por la acidez del estómago, y luego, el quimo, anteriormente el bolo alimenticio, entrará al duodeno, y aquí tendrá acción el segundo tipo de amilasa, la pancreática. Como se sabe, el páncreas es una glándula que libera sustancias al torrente sanguíneo (como insulina) y otras hacia el intestino delgado, en este caso, hablamos de secreciones como la amilasa pancreática, que tendrá la misma función que la amilasa salival. Esta enzima, que encontraremos a nivel del duodeno, juega un mayor papel, ya que, al encontrarse en la primera porción del intestino delgado, será la encargada de permitir la absorción final de los azúcares contenidos en el almidón.

Otros motivos de interés sobre la amilasa, en este caso a nivel sanguíneo, es que permite facilitar el diagnóstico de enfermedades como la pancreatitis aguda, ya que cuando esta glándula se encuentra inflamada, tendrá una mayor secreción.

En general, las enzimas deben funcionar en ciertas condiciones específicas, las cuales permitirán que su acción sea óptima; estas son proporcionadas principalmente por el pH y la temperatura. Todas las enzimas tienen un pH y una temperatura óptima, pues al ser proteínas, si estas condiciones no les son brindadas, serán desnaturalizadas, es decir, su estructura cambiará, por ende, no tendrán las funciones que deberían cumplir.

Para concluir, se puede decir que las enzimas son muy necesarias, pero necesitan ciertas condiciones como un pH adecuado y esto es dado en las personas que cuidan el balance de la alimentación, debemos darle a  la masticación el verdadero valor que tiene para el metabolismo más allá de un acto mecánico; de igual modo, la frutas y verduras son necesarias para crear las condiciones de la microbiota (popularmente llamada flora bacteriana) que a su vez pueden mantener en equilibrio el pH del cual ya mencionamos como de gran relevancia.

Las personas diabéticas, con obesidad, enfermedades del metabolismo como hipo e hipertiroidismo, enfermedades cardiovasculares, digestivas, endócrinas deben prestar especial atención a el tema de las enzimas, la microbiota y su pH para poder mejorar su salud y calidad de vida.

 

Carlos Cuauhtzin, Equipo de redacción.

Baynes, John. Dominic, Marek. (2015). “Bioquímica Médica”. España: Elvesier.

Murray, Robert. Bender, David. Botham, Kathleen. Kennelly, Peter. Rodwell, Victor. Weil, Anthony. (2012). “HARPER Bioquímica ilustrada”. México: McGraw-Hill.