Se aplica con agua a temperatura normal o caliente (depende del estado general y sensibilidad del paciente) a todo el cuerpo a excepción de la cabeza. Lo ultimo que se debe de mojar es la espalda y la planta de los pies. Después del lavado hay que cubrirse con algo caliente. Estos lavados eliminan la somnolencia y favorecen la actividad. En las personas sanas se pueden aplicar durante todo el día e incluso por la noche, en caso de insomnio. Los enfermos de gran debilidad deben lavarse en dos etapas, una por la mañana y otra por la tarde. En todos los casos el tiempo de duración no debe sobrepasar los 2 minutos. (Ver generalidades).
Efectos terapéuticos: Refresca la piel, elimina toxinas e impurezas. Especialmente indicado para la fiebre e infecciones, favorece la resistencia a los enfriamientos y actúa como sedante en los casos de nerviosismo e insomnio.