La menta (Mentha piperita) es una planta muy conocida por su aroma pero posee propiedades que benefician la salud. Generalmente es ingerido en forma de infusión para aliviar algún malestar. Debido a su aceite esencial, mentol, ayuda a combatir enfermedades de vías respiratorias siendo un excelente descongestionante nasal y expectorante. Así mismo posee acción espasmolítica, colérica y carminativa.
Sus hojas son empleadas para el tratamiento de trastornos digestivos como la dispepsia, flatulencias, gastritis y enteritis. Su aceite esencial también es usado en el síndrome del intestino irritable.
Al ser carminativo y antiespasmódico mejora las digestiones difíciles, eliminando los parásitos intestinales y las flatulencias. La infusión digestiva de esta planta también tiene la capacidad de neutralizar la acidez, regular el malestar provocando o evitando los vómitos e incluso es eficaz contra la diarrea.
La menta también es analgésica ayudando a combatir cualquier tipo de dolor, sobre todo el de estómago y especialmente el dolor de cabeza. Además, forma parte del grupo de plantas beneficiosas para el sistema respiratorio, mejorando la capacidad pulmonar. La infusión digestiva de menta es relajante, por lo que no conviene tomarla de noche.
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Alfonso Martínez
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