La onicofagia se deriva de dos palabras griegas: onyx (“uña”) y phagein (“comer”)… por lo tanto es el acto de roer, comer o morder la uñas. En la onicofagia, son varias o todas las uñas de los dedos de las manos las que se muerde la persona, y es común que exista asimismo el mordisqueo de las cutículas, lo que provoca la formación de los padrastros.

Es un fenómeno muy frecuente, en niños hasta el 30%, la proporción en la adolescencia es cerca de 45%, alrededor de 25% de los estudiantes universitarios y un aproximado de 10% de los adultos mayores de 35 años se muerden las uñas de manera compulsiva.

Este hábito es socialmente inaceptable ya que produce desagrado en quienes entran en contacto con la persona que se muerde las uñas; además, tiene implicaciones que van más allá de su falta de atractivo, pues produce problemas médicos y dentales bastante serios.

Repercusiones negativas:

  • Deformación de los dedos.
  • Infecciones estomacales debido a las bacterias que acumulamos debajo de las uñas.
  • Pueden originarse deformidades en los dientes, por el choque continuo del incisivo superior contra el inferior, lo que provoca un aumento del desgaste de la zona y la sensibilidad de las piezas dentales, al perder parte del esmalte que los recubre.
  • Puede provocar infecciones (bacterias, virus, hongos, etc.)
  • Genera panadizos que hace que el dedo se inflame y duela
  • Debido al mal corte que se hace con los dientes, las cúspides que se hallan en las orillas de las uñas tienden a crecer hacia abajo, curveándose, ocasionando que la uña se encarne y provoque dolor y pus.
  • Se genera dolor al intentar tomar o abrir objetos, debido a que las uñas son necesarias para aumentar la adherencia y precisión de los dedos

Las causas más frecuentes que llevan a la persona al hábito de morderse las uñas son los estados obsesivo-compulsivos, estrés y la agresividad; son, así, formas mediante las cuales las personas se calman en momentos de tensión, ansiedad y angustia, o cuando se encuentran en un estado de desadaptación provocado por cambios en la unidad familiar o la pérdida de seres queridos, entre otras. Cualquiera de estos estados puede desencadenar automáticamente y de manera frenética un impulso de morderse las uñas.

Las creencias populares para remediar ésta situación es cubrir las uñas con esmalte o sustancias amargas para que provoque rechazo de la persona en el intento de llevarse los dedos a la boca, sin embargo, es un método poco eficaz, lo más recomendable es la ayuda psicológica.

Referencia: Cortés Aguado (2011). Intervención conductual en un caso de onicofagia. Enseñanza e Investigación en Psicología. (16), 1, pp. 103-113

Erika
Psicóloga
Alfonso Martínez
Naturista y fitoterapeuta

Consultas en línea virtual.
Consultas en Sonora cada dos meses
Consultas en Monterrey cada dos meses
Consultas en Guadalajara cada dos meses
Consultas en Distrito Federal cada dos meses
Consultas en Texas cada dos meses
Consultas en Los Ángeles cada dos meses
Consultas en Querétaro cada dos meses
Citas al correo naturistaalfonso@outlook.com
Whatsapp +52 1 222 534 5725