Allium sativum L.

Información científica del Ajo

Sinónimos: Ajo, ajete, cebollino, chalote.

Nombre botánico: Allium sativum

Portugués: Alho

Francés: Ail

English: Camphor of the poor, Garlic

Italiano: Aglio

Deutsch: Knoblauch

Descripción
Planta herbácea, vivaz, de 0,5 a 1 m de altura. El bulbo es bien conocido, de color blanco cremoso, está compuesto de muchos gajos o “dientes” cubiertos con brácteas membranosas, se identifica por su fuerte olor. Hojas basales, largas y planas, terminadas en punta. Flores umbeladas, sostenidas por un escapo; su color varía de blanco al rosa.
A pesar de su insignificante apariencia, este pariente pobre de los elegantes tulipanes y azucenas ha demostrado ser un buen aliado del hombre. Además del excelente sabor que da a los alimentos, el ajo es una de las plantas medicinales más importantes. Los egipcios del tercer milenio a.C. lo incluían en la comida de los constructores de las pirámides de Giza confiando en sus virtudes vigorizantes; los hebreos del Éxodo lo tenían como uno de sus bienes más preciados, y lo llevaron consigo al abandonar Egipto. Para el comediógrafo griego Aristófanes era símbolo de fuerza física y es citado por los médicos y naturalistas de la antigüedad, entre ellos Dioscórides, que se refiere a el como una panacea. Cuando la pese asolaba a Europa en la Edad Media, la gente comía ajo crudo todos los días como medida preventiva; el remedio servía, según las malas lenguas, simplemente porque mantenía a los demás a prudente distancia. También se atribuyeron al ajo virtudes mágicas, por lo que se utilizaban como talismán para mantener alejadas las fuerzas del mal, especialmente a los vampiros.
A través de los siglos, el hombre ha empleado el ajo para tratar una gran diversidad de enfermedades, desde el reumatismo y la gota, hasta las afecciones gastrointestinales, las parasitosis, las picaduras de animales ponzoñosos y las afecciones de la piel, y es muy probable que efectivamente haya contribuido a curar muchas de ellas, pues resulta un potente antiséptico; como tal se usó durante la Segunda Guerra Mundial. Por si esto fuera poco, contiene vitaminas A, B1, B2 y C.

Hábitat
En estado silvestre, se encuentra en terrenos perturbados como planta cimarrona. Se cultiva en todo el mundo.

Parte utilizada
El bulbo de ajo (Allium sativum L.)

Principales constituyentes
El bulbo de ajo contiene alrededor de 1% de aliína o (+)-S-alil-L-cisteína sulfóxido como aminoácido sulfurado principal. Otros constituyentes característicos son (+)-S-metil-L-cisteína sulfóxido, ajoeno, gamma-L-glutamil péptidos, S-alil-cisteína, aminoácidos ubicuos, esteroides y adenosina. En presencia del enzima aliinasa, la aliína se convierte en alicina (1 mg de aliína se considera equivalente a 0,45 mg de alicina).
La alicina es precursor de varios productos de transformación, incluidos ajoenos y vinilditiinos, oligosulfuros y polisulfuros, dependiendo de las condiciones aplicadas.
El extracto de ajo envejecido, se obtiene manteniendo los bulbos de ajo, cortados en finas capas, en una solución etanólica al 15-20% a temperatura ambiente durante 20 meses, posterior y concentración del extracto a presión reducida y baja temperatura. El principal componente de este extracto de ajo envejecido es la S-alil-cisteína (SAC), acompañada de S-alil-mercapto cisteína (SAMC), compuestos más estables que la alicina. La concentración de SAC en el extracto envejecido es de 1.000 g/g, mientras que en los bulbos de ajo crudo es de 20 g/g.
Según la Farmacopea Europea, el polvo de ajo, cortado, liofilizado o secado a una temperatura no superior a 65°C y pulverizado, contiene no menos del 0,45% de alicina calculado respecto de a droga desecada.

Acción farmacológica
1.- Acción sobre factores de riesgo cardiovascular.
En estudios in vitro se ha observado que distintos preparados de ajo inhiben algunos de los enzimas (hidroximetilglutaril CoA reductasa) implicados en el metabolismo del colesterol y de distintos enzimas lipogénicos. In vivo se apreció un descenso dosis-dependiente de los niveles de colesterol anormalmente elevados, reduciendo la progresión del proceso aterosclerótico en animales de experimentación, con disminución del tamaño de la placa aterosclerótica.
Los componentes azufrados del bulbo de ajo disminuyen en células endoteliales vasculares la expresión de las moléculas de adhesión ICAM y VCAM, implicadas en el proceso inflamatorio vascular. En ensayos realizados con un extracto de ajo envejecido, se observó que, además de mejorar la función endotelial e inhibir el daño que causa el LDL oxidado sobre las células del endotelio vascular, favorece la síntesis de óxido nítrico dependiente.
En ensayos in vivo se ha podido constatar la actividad atiagregante plaquetaria de los derivados azufrados del bulbo de ajo; así, se ha constatado que distintos derivados azufrados del bulbo de ajo protegen a las plaquetas de la agregación inducida con adenosina-5 difosfato y que la administración a animales de experimentación de estos compuestos azufrados da lugar a la prolongación del tiempo de sangrado y de trombina, a través de un aumento de factores anticoagulantes la antitombrina  III y la proteína C y de la inhibición de la síntesis de tromboxano B2 a la vez que favorece la fibrinólisis.
La administración diaria de un extracto de ajo fresco a ratas hipertensas previno el incremento de la presión arterial inducido por la inhibición crónica de la síntesis de óxido nítrico.
La actividad antioxidante de distintos preparados de bulbo de ajo y de sus principales componentes ha sido demostrada a diversos estudios in vitro e in vivo.

2.- Otras acciones
El sulfóxido de S-alil-cisteína estimula la secreción de insulina en células B asiladas de ratas, si bien este efecto no ha podido ser constatado en humanos.
Se ha demostrado la actuación de distintos preparados de ajo así como de sus componentes azufrados frente a numerosos virus, tales como el virus B de la influenza (gripe), virus tipo 1 del herpes simple, virus tipo 3 de la parainfluenza, virus de la estomatitis vesicular, rinovirus humano y citomegalovirus. La mayor actividad antiviral se atribuye al ajoeno y a la alicina.
El bulbo de ajo ejerce una importante inhibición del efecto que ejercen distintas sustancias sobre la promoción de tumores cancerosos. Además, se ha puesto en evidencia que, in vitro, el bulbo de ajo presenta efectos antiproliferativos sobre distintas líneas celulares cancerosas, con inducción de la apoptosis, modificación de distintas señales de transducción implicadas en los procesos cancerosos y la regulación de la progresión del ciclo celular.
La actividad in vitro e in vivo sobre el sistema inmune del bulbo de ajo comprende un aumento de la fagocitosis, de la proliferación linfocitaria y de las células natural killer.
También ha sido demostrada la actividad antimicrobiana in vitro del bulbo de ajo frente a múltiples agentes patógenos (bacterias G + y G -, micobacterias, Helicobacter pylori, hongos y levaduras).
Presenta actividad antihelmíntica, especialmente frente a oxiuros.

Indicaciones / recomendaciones
ESCOP (usos basados en datos procedentes de ensayos clínicos): Coadyuvante en la profilaxis de a aterosclerosis y para el tratamiento de las hiperlipidemias. También se utiliza para mejorar la circulación en los trastornos vasculares arteriales periféricos: hipertensión arterial, arteriopatías, claudicación intermitente, prevención de tromboembolismos. Por su acción antimicrobiana es útil para combatir los catarros y otras infecciones del tracto respiratorio.
De acuerdo con los resultados obtenidos en distintos ensayos clínicos, los preparados de ajo pueden ser de interés como coadyuvantes en el tratamiento de la hipertensión leve o moderada.
Otros usos descritos: Parásitos intestinales (oxiuriasis), infecciones de las vías urinarias (además del efecto diurético de las fructosanas, la alicina y sus derivados se excretan básicamente por vía renal). En uno tópico: Dolores osteoarticulares, dermatofitosis, parodontopatías, hiperqueratosis.

 

Posología / modo de empleo
Dosis recomendada por la ESCOP:
-Profilaxis de la aterosclerosis (adultos): El equivalente de 6-10 mg de aliína (aproximadamente 3-5 mg de alicina) al día, cantidad que normalmente equivale al contenido de un diente de ajo o 0,5-1 g de polvo de ajo desecado. Duración del tratamiento: Como preventivo de la aterosclerosis y en la profilaxis o tratamiento de los trastornos circulatorios arteriales periféricos, se aconseja prescribir tratamientos largos.
– Infecciones de las vías respiratorias superiores (adultos): 2-4 g de polvo de ajo o 2-4 mL de tintura (1:5, 45% etanol), tres veces al día.
Dosis recomendadas por OMS: Salvo otra prescripción facultativa: ajo fresco, 2-5 g; polvo, 0,4-1,2 g; aceite: 2-5 mg; extracto 300-1.000 mg u otras preparaciones equivalentes a 4-12 mg de aliína (2-5 mg de alicina).
Posología recomendada por la Comisión E, salvo otra prescripción facultativa: 4 g/día de ajo fresco o preparaciones equivalentes.
En el caso del extracto de ajo envejecido, la dosis recomendada, basada en la empleada en la mayoría de los ensayos clínicos, es de 5 – 7,2 g/ día.

 

Efectos secundarios
En términos generales, el consumo de ajo en las cantidades anteriormente recomendadas es seguro. La administración de dosis supraterapéuticas, sobre todo los preparados con un ato contenido en compuestos azufrados liposolubles (alicina y distintos oligosulfuros), o de ajos frescos fuera de las comidas, puede dar lugar a efectos indeseables, tales como diarrea, irritación de las mucosas, sensación de ardor y molestias gástricas (pirosis, náuseas y vómitos). Estos efectos no han sido observados con el extracto de ajo envejecido. El consumo crónico a dosis altas puede dar lugar a cambios hematológicos: descenso en el npumero de eritrocitos, en los valores del hematrocrito y en la concentración de hemoglobina.
Olor característico del aliento y del sudor.
El ajo crudo puede producir dermatitis de contacto en aplicación tópica.
La inhalación de polvo de ajo puede desencadenar accesos asmáticos.

 

Precauciones
Debido a su efecto antiagregante plaquetario, se aconseja utilizar con precaución en caso de hemorragias activas, pre y post-operatorios, trombocitopenia, tratamiento con anticoagulantes tipo warfarina o con hemostáticos (especialmente las formas extractivas concentradas).
Usar con precaución en pacientes con úlcera gástrica o gastritis.
No se recomienda su administración conjunta con antirretrovirales debido a que se pueden modificar las concentraciones plasmáticas de estos últimos: en ensayos de distinta duración se ha procedido al estudio de a posible incidencia de la administración de derivados de ajo en pacientes que estaban siendo tratados con antirretrovirales. Los resultados obtenidos mostraron una disminución de los niveles plasmáticos de los antirretrovirales, debido probablemente a la actuación de los compuestos azufrados del ajo sobre distintos isoenzimas del citocromo P450, ya que la administración crónica en humanos de preparados de ajo da lugar a la activación de este sistema enzimático.
Efectos sobre el embarazo y la lactancia. No se han descrito.
Interacciones: anticoagulantes/antiagregantes, antihipertensores.

Fuentes: fitoterapia.net, Secretos y virtudes de las plantas medicinales ISBN 968-28-0099-4 Pág. 102, Enciclopedia de Medicina Herbolaria y preparados Botánicos ISBN 970-05-0539-1 Pág. 50.

Equipo de redacción.