Se amasa el requesón con suero formando un ungüento del espesor de un un centímetro y se aplica sobre la zona a tratar. Se envuelve todo con una tela de algodón húmeda y encima una seca.
Efectos terapéuticos:
Frío: Inflamaciones de la piel, neumonía, pleuresía, flebitis y herpes
Muy calientes: Para niños que tienen neumonía.