La rosácea es una enfermedad crónica que afecta la piel y a veces los ojos.

Los síntomas incluyen enrojecimiento, granos o espinillas y en etapas más avanzadas, el engrosamiento de la piel. En la mayoría de los casos la rosácea sólo afecta la cara.

Síntomas:

– Enrojecimiento frecuente de la cara (sonrojarse).
La mayoría del enrojecimiento se encuentra en el centro de la cara (la frente, la nariz, las mejillas, y la barbilla). También se puede tener ardor y una leve hinchazón.

– Líneas rojas delgadas debajo de la piel.
Estas líneas aparecen cuando los vasos sanguíneos que están bajo la piel se agrandan. Esa área de la piel puede estar algo hinchada, tibia y enrojecida.

– Enrojecimiento constante que aparece junto con granos en la piel.
A veces, estos granos pueden tener pus. Los granos duros en la piel pueden volverse dolorosos más tarde.

– Ojos y párpados inflamados, nariz hinchada.
Algunas personas tienen la nariz roja, más grande y con chichones, piel engrosada. La piel de la frente, la barbilla, las mejillas y otras áreas se puede poner más dura debido a la rosácea.

Cerca de la mitad de las personas que padecen de rosácea desarrollan problemas con los ojos. Los ojos pueden estar enrojecidos, resecos, con picor, ardor, exceso de lágrimas y con la sensación de tener arena en los ojos. Los párpados pueden inflamarse e hincharse; además, los ojos pueden volverse sensibles a la luz, y la persona puede tener la visión nublada o borrosa o con algún otro problema.

Algunos médicos piensan que la rosácea ocurre cuando los vasos sanguíneos se expanden con demasiada facilidad, causando el sonrojo. También se cree que la predisposición a tener esta enfermedad es hereditaria.
Las personas que se ruborizan a menudo pueden estar más propensas a tener rosácea.

 

Equipo de redacción.
Alfonso Martínez.  asistente@naturistaalfonso.com
Naturista.