Aprende a cultivar tus propios vegetales
Sin darnos cuenta hay vegetales que forman parte de nuestras comidas diarias y a pesar de que son económicos nos gastamos un buen dinero comprandolos cada día.
¿Quién no quisiera aprender a cultivar sus propios vegetales, y además ahorrarse unos buenos pesos? Hacer crecer una lechuga, ajo e incluso una piña puede ser tan sencillo como disfrutar de tus vegetales y frutas, y reutilizar sus restos para cultivar más. De esta forma no necesitarás comprar nuevamente estos alimentos ni preocuparte constantemente de cuidarlos, porque prácticamente crecen por sí solos sin la necesidad de contar con semillas. Sin requerir de conocimientos en jardinería o labranza, sólo debes tener en cuenta un par de factores y cuidados que encontrarás a continuación:
Cebolla
Corta la cebolla por la base y apartala tal como se muestra en la imágen.
Deja 5 cm de base y el resto puedes utilizarlo para cocinar. Deja durante un par de días la base a temperatura ambiente para que se seque. Coloca la base de la cebolla con las raices hacía abajo en una maceta con sustrato fresco. Cúbrela con unos 5 cm de sustrato y deja la maceta en un lugar tranquilo.
A las pocas semanas saldrán raíces y también empezarán a brotar los tallos de los que serán nuestras plantas de cebolla. A las cuatro semanas aproximadamente ya tendremos nuestros tallos bien diferenciados. Podemos dividir el corte original que le hicimos a la cebolla según los tallos que nos hayan brotado, por lo que de una sola cebolla podemos obtener varias.
Piña
¿Eres de los que tiran la cáscara y la corona de la piña, después de haberla pelado? Después de leer esto dejarás de hacerlo, pues es precisamente de la corona de donde obtendremos una nueva planta de piña. Es muy importante fijarse que la piña no esté extremadamente madura o amarilla; pues estas no son de mucha utilidad, una piña ideal debe estar aún un poco verde y con las hojas en buen estado, cortamos la corona y guardamos el resto en el refrigerador para comerlo cuando este mas maduro.
Una vez que cortamos la corona, se pela un poco la corteza y sumergimos la parte del tronco en agua hasta que comience a echar raíces, cambiar el agua cada día, una vez que tenemos las raíces, la pasamos a una maceta. La maceta se prepara con una mezcla dos partes de tierra fértil con una parte de arena blanca. Agrega algunas piedras pequeñas a la mezcla con el fin de fomentar un buen drenaje ya que a esta planta no le va bien el exceso de agua.
La maceta no tiene que ser muy grande, pero si alta, ya que algunas raíces serán bastante largas. La planta necesita luz y humedad, por lo que se colocara cerca de una ventana. El riego debe ser moderado, tanto en la base como las hojas, va muy bien ponerla en invernadero si no tenemos. En invierno podemos hacer uno con un plástico alrededor de la maceta con unos simples alambres o cañas o lo que tengamos eso si dejemos cada tanto circular el aire.
Cuando comience a dar hojas nuevas sabremos que nuestra planta ya es oficialmente una planta, al año se deberá poner en una maceta un poco mas grande, la temperatura nunca debe bajar de 15º, entre 15 o 24 meses podremos cosechar sus deliciosos frutos, de mientras es una linda planta decorativa y buena para purificar el aire de la casa.
Aguacate
Quítale el hueso al aguacate, lávalo con agua tibia. Clávale cuatro palillos tal y como se ve en la imagen. Llena un vaso con agua tibia. Introduce el hueso del aguacate con los palillos clavados en el vaso. El agua deberá cubrir hasta la mitad del hueso. Espera a que salga la raíz. Suele tardar entre unas 3 ó 4 semanas. Cuando la raíz tenga unos 10 cm, saca el hueso del aguacate del agua del agua. Quítale los palillos. Prepara una maceta no muy grande con tierra. Planta y riega la semilla. Deberás colocarla de tal manera que la mitad quede dentro de la tierra y la otra mitad fuera. En poco más de un mes comenzaran a salir las primeras hojas y con el tiempo, tendrás que trasplantarla a un sitio con más espacio.
Lechuga
Obtener una nueva lechuga es muy fácil. Poniendo una pequeña parte del tronco de esa lechuga que compraste en el súper dentro de un recipiente con agua, comenzará a brotar de nuevo y podrás ir consumiéndola poco a poco, al tomar las hojas que necesites, o si lo prefieres puedes esperar a que termine de crecer y consumirla.
Albahaca
Coloca varias hojas de albahaca de 3-4 cm en un vaso de agua. Cuando las raíces tengan un par de centímetros, planta cada esqueje con una mezcla de sustrato y humus de lombriz. Riégala. En poco tiempo se convertirá en una planta.
Ajos
Aunque es capaz de sobrevivir en un lugar con poca luz, el ajo necesita de mucho sol. Para su cosecha, se recomienda que el suelo esté cavado y quebradizo – si es suelo arcilloso, mejor -. Un buen drenaje y el uso de composta y estiércol para nutrir la tierra son recomendables. Al sembrar, asegúrate que se trate de dientes frescos y grandes, cuidando que no estén blandos, pues de cada uno brotará una nueva planta.
Siembra los dientes de ajo a 5 cm bajo la tierra y 20 cm entre sí, con la punta hacia arriba. Tienen que ser regados con frecuencia, y puedes cubrirlos con una capa de heno, hojas secas, paja, composta, estiércol o césped podrido.
Haz la prueba en tu casa o jardín y con solo pocos ingredientes podrás ser capaz de tener frescos vegetales para cocinar. Ahorrarás dinero pero lo más importante es que comerás sano y tu mismo nutrirás el alimento que luego consumas.
Ivonne
Asistente
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