Viene la época en que todos terminamos un año para poder comenzar otro; por lo general, tenemos muchos sueños y metas que alcanzar en el año que comenzará, te damos algunos consejos para que cada propósito que te plantees puedas alcanzarlo.
Aunque lo de planificar no suena tan atractivo como “el vivir día a día dejándose llevar por el momento presente”, lo cierto es que funciona mucho mejor. Y es que igual que no se te ocurriría irte de vacaciones al extranjero sin preparar nada o comprar un billete de avión sin saber el destino, tampoco deberías enfrentarte a este nuevo año sin tener claro qué es lo que quieres.
Planificar es importante, y planificar correctamente tus objetivos puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso.
- Pensar positivo: Es mejor pensar en lo que quieres y no en deberes (es muy diferente decir: “quiero bajar de peso” a “tengo que bajar de peso”).
- Anota tus objetivos en papel: Si no tienes la disciplina de escribir tu objetivo, ¿cómo quieres tener la constancia para ejecutarlo? Ponlo en algún lugar visible para que sea un recordatorio de tu meta.
- Metas bajo control: Definir objetivos claros y alcanzables ayudará a que se puedan cumplir y nos sentiremos satisfechos. No te satures con querer hacer todo a la vez.
- Establece tiempos para su cumplimiento: Esto te ayudará a tener un parámetro para medir que tan eficaz estás siendo en realizar lo que te has propuesto.
- Determina tu conducta deseada: ¿Qué tienes que hacer? Este es un paso esencial. Esta es la parte difícil, la prueba de si vas a convertir tus propósitos en realidad. Determina de qué forma vas a actuar para iniciar el camino. ¿Qué es lo que tienes que hacer? ¿Cuántas veces? ¿Cómo vas a planificar tus semanas? ¿Qué días a la semana y que horas al día vas a dedicarle a la conducta nueva? sé lo más concreto y específico posible.
- Preparación de momentos difíciles: Determina con antelación qué situaciones van a dificultar mantener tu conducta deseada. Po ejemplo la mayoría de las personas que empiezan una dieta la dejan en un momento difícil. Puede ser un momento en el que te sientes solo, cansando o has tenido un problema en el trabajo, en casa etc. Y te convences que ahora no es el momento de seguir con el propósito.
- Tener un plan B: Si un día te has recaído y no has cumplido con tu propósito, no pasa nada. La inmensa mayoría es demasiado exigente consigo mismo, Las pocas personas (19%) que consiguen cambios duraderos, no lo hacen de repente, es todo un proceso y aquellas que realmente realizan cambios duraderos aun cuando, en su mayoría han tenido una o varias recaídas en su conducta anterior y cuestiom forma parte del proceso.
- Evalúa tu crecimiento con frecuencia: Analiza si vas avanzando hacia tus metas, sino es así tendrás momentos para poder retomarlas. ¿Sigo deseando este objetivo?, ¿Lo estoy consiguiendo?, si no lo estoy consiguiendo, ¿qué tengo que cambiar?
El futuro pertenece a quienes creen en la belleza de los sueños: Que el nuevo año te traiga muchos sueños y hermosas satisfacciones.
Erika
Psicóloga
Alfonso Martínez
Naturista y fitoterapeuta
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