El tomillo (Thymus vulagaris) más allá de ser una planta aromática utilizada en la cocina, posee propiedades medicinales que benefician la salud, dentro de las que destacan alivio de cólicos, dolores de estómago, eliminación de flatulencias, entre otros, siendo esta planta utilizada como remedio popular en forma de té o infusión.
Esta planta posee acción antiespasmódica, expectorante y antiséptica, así como actividad antiinflamatoria a nivel externo. El tomillo presenta una actividad espasmolítica a nivel de las vías respiratorias, que justifica su utilización como antitusivo. Su acción expectorante se debe a su aceite esencial que provoca una fluidificación de las secreciones bronquiales y favorece su eliminación. Por lo que es recomendable en casos de resfriados y gripes comunes, así como para reforzar el sistema inmune.
El tomillo es utilizado en el tratamiento de afecciones respiratorias (tos irritativa, laringitis, bronquitis, asma, enfisema y gripe) y digestivas (inflamación y flatulencias). Incluso para lavados antisépticos tópicos ya sea cutáneos, bucales o vaginales.
Por ello es recomendable tomar una taza de infusión con miel en ayunas durante todo el invierno. Para preparar la infusión es muy sencillo, dependiendo de la cantidad de agua es la porción de la planta, por cada taza de agua agrega 1-2 gramos de la droga seca. Cuando el agua esté en punto de ebullición, apaga el fuego y vierte la planta, deja reposar por 15 minutos, cuela y sirve. Podrás endulzarlo si así lo deseas.
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Alfonso Martínez
Naturista y fitoterapeuta
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