Remedios para el estres

El estrés es la reacción natural que tenemos ante las demandas físicas o psicológicas que se hacen a nuestro organismo. Existe el estrés positivo o “eustrés” que nos ayuda a enfrentar los retos diarios y a lograr cosas que pensamos imposibles. Sin embargo, alguna situación difícil que parece estar más allá de nuestro control o no se puede resolver exitosamente, puede provocarnos un estrés negativo o “distrés”. Este tipo de estrés ocurre, por lo general, en situaciones en extremos dolorosas, inquietantes, tristes, violentas, inesperadas y agobiantes como la muerte de un familiar, un divorcio, un conflicto, la pérdida del empleo, el exceso de trabajo, una mala noticia sobre la salud propia o ajena, pueden ser factores estresantes, entre otros más. Aunque también puede pasar con un matrimonio, un nuevo empleo, el mudarse a otra casa o a otra ciudad, así sea algo beneficioso.

El estrés tiene efectos psicológicos, emocionales y físicos que se expresan a través de enfermedades cardiacas (infartos, taquicardias), estomacales (diarreas, estreñimiento), nerviosas (insomnio, migraña, irritabilidad, fatiga, somnolencia, etc.).

La alimentación y el ejercicio pueden ser muy importantes a la hora de enfrentar el estrés.

Jugos y licuados curativos

Jugo curativo anti estrés #1
Ingredientes:
Hojas de perejil
1 rama de apio
2 hojas de espinacas
2 hojas de lechuga

Lavar y desinfectar las verduras. Colocar todos los ingredientes en la licuadora. Licuar por unos instantes y tomar un vaso diario antes de cada comida.

– Batido o licuado anti estrés #1
Ingredientes:
3 fresas
1/2 pera
1/2 plátano
1 cucharada de levadura de cerveza
1 taza de yogurt natural

Lavar y pelar las frutas, en el caso de las fresas, quitar el rabo. Luego licuar por unos instantes las frutas con el yogurt. Combinar con la levadura. Beber este jugo cada tercer día.

– Batido o licuado anti estrés #2
Ingredientes:
2/3 de taza de leche
2 cucharadas de miel
1/2 cucharadita de extracto de vainilla
10 almendras

Colocar todos los ingredientes en el vaso de la licuadora. Procesar hasta alcanzar una mezcla homogénea. Servir y tomar un vaso cada segundo día. Las vitaminas B y E de las almendros constituyen un buen tónico para los nervios.

Otros remedios antiestrés

Té tranquilizante de lavanda y pasionaria
Ingredientes:
2 hojas de limón
2 hojas de lavanda
1 hoja de manzanilla
1 hoja de pasionaria

Triturar finamente cada una de las hierbas. Colocar en una taza de agua hirviente. Tapar y dejar en infusión por unos 10 minutos. Colar y beber una taza, de preferencia caliente, al día. La pasiflora es capaz de reducir la ansiedad y calmar los nervios desbocados.

– Infusión de valeriana
Ingredientes:
2 cucharadas de valeriana
1 cucharadita de miel (opcional)

Verter la valeriana en una taza de agua que esté hirviendo. Tapar y dejar reposar 2 o 3 minutos, colar y tomar preferiblemente antes de dormir. Si se desea se puede añadir la miel para logar un mayor efecto antiestresante.

Recomendaciones

Comer chocolate
Según estudios realizados en la universidad de Yale, los flavonoides del cacao contribuyen a reducir la presión sanguínea (que tiende a dispararse en los momentos de estrés) y provocan sensación de bienestar; eso sí, esa onza tiene que tener, al menos, un 75% de chocolate puro. El chocolate blanco, aunque es delicioso, no tiene propiedades tranquilizantes.

Usar el olor como tranquilizante
De acuerdo con investigaciones realizadas el olfato es el sentido que más despierta nuestra memoria. Por ello, cuando se está sometido a estados de estrés conviene oler de nuevo ese aroma que traslada a lugares o sensaciones de felicidad: la colonia de los hijos, el olor del pan recién hecho, el césped recién mojado por la lluvia, la ropa lavada y acabada de tender… El aroma de ciertas plantas y flores también resulta calmante como la lavanda, el jazmín o la rosa.

Respirar profundo
Se recomienda realizar varias respiraciones lentas y profundas, tomando el aire muy despacio y sintiendo cómo pasa por los pulmones. Repetir hasta completar 5 minutos.

Escuchar música
Según un reciente estudio realizado en Italia, escuchar música lenta, a un ritmo similar al de los latidos del corazón (entre 60 y 80 por minuto), baja la presión sanguínea y calma la ansiedad. La música clásica resulta perfecta para alcanzar este estado, pero también puede ser cualquier otro tipo de música.

Practicar la meditación
Se recomienda practicar algún tipo de mediación o yoga, ya que incrementa los niveles de serotonina, la hormona del bienestar lo que reduce el estrés.

 

Diana
Equipo de redacción
Alfonso Martínez
Naturista y fitoterapeuta

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