La alcaravea o comino de prado, el fruto de Carum carvi L., es una planta herbácea originaria del Mediterráneo oriental, se utiliza ampliamente como especia en Asia y el entorno mediterráneo. Tradicionalmente se ha considerado un remedio para el tratamiento de afecciones digestivas, especialmente el dolor de estómago, flatulencias y espasmos intestinales. Y en diferentes lugares la alcaravea se utiliza además por sus propiedades antibacterianas.
Algunos estudios habían mostrado la asociación entre el consumo de preparados de alcaravea y una menor incidencia de diabetes, dislipidemia, hipertensión, disfunción hepática, desequilibrio hormonal femenino, osteoporosis, cáncer y enfermedad inflamatoria intestinal entre otros, pero hasta hace poco no se había estudiado uno de los usos tradicionales, que ya aparece citado en la en la edad media en las obras de Avicena (Ibn Sina), la pérdida de peso.
Sin embargo, hace unos años se estudió experimentalmente este efecto en animales y se concluyó que actuaba a través de la modificación de las expresiones de genes asociados con la inflamación y la adipogénesis. Más recientemente se realizó un estudio clínico triple ciego, aleatorizado, controlado con placebo, con una duración de tres meses, con la finalidad de evaluar el efecto sobre la disminución de peso del extracto de fruto de alcaravea. Participaron 70 mujeres con sobrepeso (IMC entre 25-39,9 kg / m² (54% con sobrepeso y 46% con obesidad, todas con obesidad abdominal: circunferencia de la cintura> 88 cm) de entre 20 y 55 años, que realizaban ejercicios aeróbicos durante una media de 180 minutos / semana, con un gasto energético estimado de 1000 a 1200 kcal / semana. El estudio duró tres meses. Se utilizó un extracto de fruto (1:10) de alcaravea obtenido mediante destilación al vapor. El placebo se preparó disolviendo esencia de alcaravea de uso alimentario en agua (1% g / L), que era idéntico en apariencia y sabor. Las pacientes tomaron 30 mL al día de uno u otro preparado. Se observó un aumento de peso en el grupo placebo, que se redujo en el grupo que tomó el preparado de alcaravea, en el que también se redujo el índice de masa corporal, de grasa corporal y aumentó ligeramente la masa muscular; el porcentaje de agua corporal disminuyó en ambos grupos y no fue significativa.
Los autores dicen que la pérdida de peso y grasa puede estar relacionada con las actividades antimicrobianas, antiinflamatorias y antioxidantes de la alcaravea y pueden deberse a que sus constituyentes carvacrol y ácidos grasos insaturados inhiben el crecimiento de bacterias patógenas y ejercen un efecto probiótico, ayudando a la digestión de los alimentos y favoreciendo la homeostasis intestinal. En este proceso, estos constituyentes probablemente modifican la microflora a través de la activación de la expresión de algunos genes específicos implicados en el metabolismo de los lípidos, la inhibición de la inflamación y la adipogénesis. El equilibrio de la flora intestinal también inhibe la infiltración de macrófagos en los tejidos adiposos interrumpiendo la conversión de los preadipocitos a adipocitos maduros, impidiendo de este modo la diferenciación de adipocitos y la adipogénesis. Los ácidos grasos insaturados, por su efecto antioxidante contribuyen a la lipólisis y la pérdida de grasa.
Tras la demostración de la efectividad del fruto de alcaravea en la reducción de peso, los autores sugieren la necesidad de más estudios.
Referencias.
https://botplusweb.portalfarma.com/Documentos/2010/8/18/44119.pdf
fitoterapia.net
Diana
Equipo de redacción
Alfonso Martínez
Naturista y fitoterapeuta
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