La menopausia no es el final, sino el comienzo de una etapa que como ya se planteó, ocupa casi la tercera parte de la vida femenina. La menopausia es un estado fisiológico de la mujer, parte del proceso natural de envejecimiento. Caracterizado por el cese de la secreción hormonal ovárica, dando lugar a cambios que afectan el aparato urogenital, sistema cardiovascular y óseo. La Organización Mundial de la Salud (Sistema Nacional de Salud, 2003) define la menopausia como el cese permanente de la menstruación, tras un periodo de doce meses consecutivos de amenorrea, sin otra causa aparente patológica ni psicológica. Sin embargo, el aceite esencial de lavanda puede ser de gran ayuda.

Signos y síntomas de la menopausia

Al acercarse la menopausia, es muy probable que se presenten los siguientes síntomas:

  • Periodos menstruales alterados: cambia la frecuencia de los ciclos y los días de duración. Se hacen cada vez más escasos.
  • Sensación de calor: llamados también bochornos. Generalmente duran entre 10 y 30 minutos y pueden presentarse varias veces al día o algunas veces por semana. La sensación es más intensa en cara, cuello o pecho y pueden acompañarse de sudoración.
  • Insomnio y bochornos nocturnos que pueden causar ansiedad, tensión e irritabilidad.
  • Disminución del apetito sexual.
  • Resequedad vaginal que puede originar dolor al tener relaciones sexuales y predisposición a infecciones vaginales.
  • Pérdida del tono muscular y la fuerza de los ligamentos que sostienen estructuras como la vejiga y el útero. Esto favorece la incontinencia urinaria, infecciones y otras alteraciones.
  • Piel seca, arrugas y caída de cabello.
  • Cambios psicológicos: alteraciones de la memoria, irritabilidad, depresión.
  • Osteoporosis asociada a fracturas y disminución de la estatura.
  • Otras alteraciones menos frecuentes son: hormigueo de manos y pies, debilidad muscular o dolor importante en las articulaciones, nausea, vómito, fatiga.

Propiedades del aceite esencial de lavanda en la menpausia

El aceite esencial de lavanda es utilizado habitualmente en aromaterapia para la salud de la mujer; su recomendación en ginecología está cada vez más extendida. Mejora del dolor tras una cesárea, tratamiento de la dismenorrea, mejora de la depresión y ansiedad postparto, sofocos, mialgia, entre otros síntomas de la menopausia.

La lavanda (Lavandula angustifolia L.) tanto la flor como el aceite esencial se emplean tradicionalmente para aliviar síntomas leves de estrés mental y agotamiento y para ayudar a dormir. Sus propiedades maravillosas sobre la piel lo hacen el aceite ideal para tener en el botiquín de primeros auxilios a la hora de reconfortar las molestias por quemaduras, eczemas y alergias.

Ahora bien, en un ensayo clínico multicéntrico, aleatorizado cruzado, a doble ciego y controlado con placebo, se incluyeron 100 mujeres postmenopáusicas, de edades comprendidas entre 45 y 55 años. Se valoró el efecto de este aceite esencial sobre los sofocos asociados a la menopausia (aplicado por inhalación durante 20 minutos, dos veces al día, durante 12 semanas). Los resultados mostraron una reducción del número de estos sofocos disminuyendo el estrés asociado a los mismos, así como la calidad de vida de las mujeres, sin provocar efectos indeseables.

Fuentes.

http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-21252011000400013
www.fitoterapia.net
http://www.swissjustamerica.com/uploads/consultoras/cms/3f835dc336fa7e3ff3e5d9a8af32a78d610a2a93.pdf

Equipo de redacción
Alfonso Martínez
Naturista y fitoterapeuta

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