El golpe de calor es una emergencia médica, potencialmente mortal, caracterizada por un incremento en la temperatura corporal por encima de 40 °C, que se acompaña de una afectación del sistema nervioso central secundaria a un fallo en el sistema termorregulador. De no intervenirse oportunamente, las consecuencias pueden ser fatales, produciéndose la muerte, pero también puede conllevar secuelas neurológicas permanentes y discapacitantes con afectación en la calidad de vida del individuo. Casos clínicos. Tras una búsqueda retrospectiva de los pacientes ingresados en una unidad de rehabilitación de daño cerebral con el diagnóstico de golpe de calor, presentamos a cinco sujetos. El espectro clínico comprendía una debilidad motora con una grave afectación de la coordinación y el equilibrio con ataxia y disartria, que estaban acompañados de una mayor o menor afectación cognitiva. Todos los pacientes eran dependientes para las actividades básicas de la vida diaria tanto antes como después del tratamiento rehabilitador. Conclusiones. La mejoría funcional de los cinco sujetos tras la realización de la rehabilitación fue nula, lo que les condicionó una dependencia total de terceras personas. Por ello, es primordial una prevención ante olas de calor, una actuación médica inmediata y, finalmente, una vez instaurado el cuadro, los esfuerzos rehabilitadores se han de encaminar a evitar complicaciones. En esta tesitura, es importante la existencia de programas sociales de apoyo a las familias y a los pacientes.

Fuente: [REV NEUROL 2013;56:19-24]  PMID: 23250678 – Nota Clínica – Fecha de publicación: 01/01/2013

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Alfonso Martínez.  naturistaalfonso@outlook.com
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