La empresa coca cola actúa como verdadero lobo feroz de un cuento conocido, disfrazando sus verdaderas intenciones las cuales jamás tienen el fin de mejorar el ambiente como su campaña de sembrar árboles mientras seca los mantos acuíferos a alta velocidad, de mejorar la salud mientras su refresco es causante de obesidad y osteoporosis solo por pensar en algo rápido o de proveer verdadera felicidad como siempre nos lo ha hecho creer mientras históricamente ha estado del lado de dictadores asesinos como en Chile o mandado a asesinar a sus propios trabajadores como en Panamá , desde que era yo muy pequeño fui de alguna manera inducido a el consumo de este, ahora que analizo bien mi relación con el refresco entiendo que era ese ataque constante de “la chispa de la vida” lo que de alguna manera mis padres no pudieron evitar y así gran parte de la niñez y la juventud fui consumidor no asiduo de esa bebida, no asiduo por ser pobre claro; lo que de verdad deseo recalcar es que en mis tiempos de niñez y adolescencia ya éramos atacados pero no tan vorazmente como hoy, antes un refresco familiar era de un litro y un refresco normal era de 355 ml, ahora un niño común puede tomar un litro y no al día sino en dos tomas, y un adulto puede llegar a consumir hasta 2.5 litros al día y he visto casos de personas adultas que literalmente no consumen  agua, toda su bebida es coca cola, también es más barata y si no alcanza entonces siempre hay una segunda opción más económica y tal vez mas venenosa…big cola.

Comienzo parte de un artículo escrito en el poder del consumidor, el tema es sobre la reciente campaña “149 calorías de felicidad”, la cual como siempre miente pero de forma más audaz y descabellada, como verán el truco en medios impresos es que la chica no sostiene una coca cola de 355 ml sino una más grande y que en el comercial televisivo tampoco aparece la coca cola de 355 ml pero si un segundo la aclaración que dice ” las 149 calorías corresponden a un envase de 355 ml” es un truco carente de mínima ética y deliberadamente engañoso, por lo tanto los 20 minutos de bicicleta que sugieren no correspondería a la coca cola propuesta impresamente.

Don Gonzalo, unos meses antes de morir a consecuencia de la diabetes, supo la cantidad de azúcar que contenían las 3 cocas que se tomaba al día cuando conducía una micro en el estado de Hidalgo. No podía creer la cantidad de azúcar que consumía al día, comentaba que nadie le había dicho eso antes, ni las empresas ni el gobierno. Sin embargo, a don Gonzalo se le había comunicado por todos los medios que el consumo de Coca-Cola se asociaba a la felicidad, a tratar de pertenecer a un mundo del que siempre había sido excluido, se le había hecho adicto a esa bebida en un país, que como diría el Relator Especial de Naciones Unidas para el Derecho a la Alimentación, está Coca–Colinizado.

  • La campaña publicitaria “149 calorías de felicidad” de Coca-Cola se encontraba desplegada en espectaculares por toda la República Mexicana, sin embargo la refresquera afirma que había sido retirada 3 días antes.

El tema no es banal, es la mayor campaña publicitaria que se ha visto enfrentada a una denuncia por publicidad engañosa y a una acción por parte de la autoridad, sea que esta se haya aplicado o la empresa se haya adelantado a ella.

Cofepris informa que el 2 de julio solicitó a Coca-Cola que retirara la campaña, a lo que la refresquera respondió que lo había hecho desde el 16 de junio.

Coca-Cola ha negado la evidencia científica sobre la relación del consumo de su bebida con el sobrepeso, la obesidad y la diabetes. Esto tiene implicaciones éticas y debería tener también implicaciones legales como las tuvo en su momento la negativa de la industria tabacalera a reconocer los daños a la salud por fumar. Asociar el consumo de refrescos a la felicidad ya debería ser motivo de sanción en un país que presenta uno de los mayores índices de sobrepeso, obesidad, diabetes y muerte por diabetes en el mundo.

Cofepris declara que investiga la información que aparece menos de un segundo en los anuncios de TV de esta campaña y en la que se informa que las 149 calorías corresponden a una porción de 355 mililitros, señalando la autoridad que “esta información es poco clara y puede inducir a error al consumidor”, al no quedar bien establecida la cantidad de la bebida a la que se refiere.

la botella de Coca-Cola que se presenta en la publicidad es un envase de vidrio alargado que contiene 355 mililitros, la misma cantidad que una lata, y cuya venta en México es muy limitada. Este envase es confundido con la botella más vendida de esta bebida que es de 600 mililitros y que contiene más de 250 calorías.

En el Reino Unido esta campaña fue retirada por la autoridad que regula la publicidad por otro elemento que debe tomarse en cuenta en el caso mexicano. El anuncio en el Reino Unido era de “139 calorías para gastar en actividades felices”. Como en México se asociaba el lema a diversas actividades, en ese caso: “25 minutos dejando a tu perro ser tu GPS +”, “10 minutos dejando a tu cuerpo caminar +”, “75 segundos de risas +”, “Un baile de victoria +”.

 

Varios de los consumidores denunciantes en el Reino Unido señalaron que era confusa la información que se presentaba en relación a la cantidad de calorías y las actividades para quemarlas, que no se entendía claramente que había que realizar todas las actividades para quemar esas calorías. La publicidad hacía pensar, como en México, que una simple actividad podría quemar toda esa caloría y no la suma de ellas.

Coca-Cola respondió que las actividades requerían realizarse en combinación para quemar las 139 calorías presentes en una lata de Coca, señalando que el signo de + claramente comunicaba eso, que la suma de esas actividades quemarían las 139 calorías.

La Advertising Standards Authority consideró que los consumidores podían interpretar que a través de cada una de las actividades descritas en la campaña publicitaria se podrían quemar las 139 calorías, señalando “por lo tanto, concluimos que el anuncio engaña” y, por lo tanto, se clasifica como “publicidad engañosa” (BCAP, Code rules 3.1), por lo cual debería ser retirada.

Siempre las empresas intentarán engañarnos con el tema de la salud y eso ya lo hemos visto de los jugos Ades, la avena Quaker y muchas màs, también nos engañan con los precios y promociones y un ejemplo claro fue el de bimbo y sus promoción de paquetes grandes de donas los cuales eran engañosos ya que no correspondía a el producto original tanto que fue retirado de Wal-Mart , soriana y otros, pero el peor engaño es a nuestra voluntad y ese solo nosotros lo podemos evitar.

Equipo de Redacción.
Alfonso Martínez.
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