Una diarrea no es siempre una señal fatal de salud, se debe analizar datos generales como la edad, peso y condición de la persona que la padece además de datos particulares como la consistencia en la diarrea, la frecuencia y si existe dolor o no.
Muchos pacientes vienen con diarreas de meses que no han logrado controlar y resulta que con modificar la dieta y mejorar la flora bacteriana mediante enzimas naturales, jugos y control en la cantidad de alimentos han logrado mejorar.

Las hojas de guayaba, hojas de nanche o nance, el cuachalalate y una cura con arroz dulce de panela son herramientas adecuadas para detener la diarrea pero si esto no funciona en definitiva se debe analizar cualquier otra situación o posible diagnóstico diferente al considerado en un inicio.
La diarrea es un tema serio y cuando el que la padece es un lactante la atención, cuidado y vigilancia debe ser muy puntual y para nada es bueno probar remedios caseros incluso hierbas si no es ante la prescripción de un facultativo. La hidratación durante estos procesos es de suma importancia, el agua de coco tierno puede ayudar a lactantes o adultos.
Algunas personas cometen el error de comer durante los procesos agudos de diarrea y esto se debe evitar.
La diarrea espontanea que cursa sin dolor y sin olor fétido es normalmente solo un mecanismo de desintoxicación del cuerpo y puede ser benéfico, si existe dolor agudo u olor mal oliente fétido, consistencia pastosa entonces es normalmente una infección digestiva y si cursa con fiebre es el momento de acudir al médico, cuando se trata de lactantes siempre es momento de acudir a recibir atención médica.

Equipo de redacción.
Autor: Alfonso Martínez asistente@naturistaalfonso.com
Naturista.