Diarrea y disentería: La guayaba es muy rica en astringentes (después de masticar las hojas de guayaba o comer una guayaba cruda o utilizar alguna crema dental compuesta con guayaba, tus encías estarán más apretadas y frescas) que se unen a los intestinos, protegiéndolos de la diarrea.
Estos astringentes son de naturaleza alcalina y tienen propiedades desinfectantes y anti-bacterianas, por lo tanto, ayudan a curar la disentería.

Esto lo consiguen inhibiendo el crecimiento microbiano y eliminando el moco adicional de los intestinos.
Además, existen otros nutrientes en la guayaba, como por ejemplo, la vitamina C, los carotenoides y el potasio que tienen la capacidad de fortalecer, tonificar y desinfectar el sistema digestivo.
Es también una fruta beneficiosa para la gastroenteritis por las razones expuestas anteriormente.

Estreñimiento: La guayaba es una de las fuentes más ricas de fibra dietética.
Si ingieres sus semillas, enteras o masticadas, tienes unos excelentes laxantes.
Estas dos propiedades la ayudan a la formación de los intestinos, a la retención de agua y a la limpieza de los intestinos y del sistema excretor a fondo. Se dice que el estreñimiento nos puede provocar setenta y dos tipos de dolencias.
Es absolutamente cierto.
El camino para una buena salud total pasa a través de una digestión adecuada y lo más importante, una excreción adecuada.

Equipo de redacción
Alfonso Martínez
Naturista y fitoterapeuta

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