En la atención sanitaria se pueden producir lesiones al paciente, no intencionadas como las úlceras por presión. Están definidas como “toda lesión que se produce en cualquier parte del cuerpo, o en la que se ejerce una presión prolongada sobre un plano duro, aunque no sea necesariamente intensa, es independiente de la posición en la que permanezca el paciente”. Estas úlceras ocurren con mayor frecuencia en la edad avanzada.

El factor causal primordial en la génesis de las úlceras es la fuerza de compresión. Ya sea fuerzas de compresión de alta intensidad por corto período o de baja intensidad por largos períodos pueden producir ulceraciones cutáneas. Son más sensibles los tejidos subcutáneos y el músculo.

En la actualidad existen muchos productos con diferentes utilidades como la limpieza de las heridas, desbridamiento, desinfección y estimulación de la granulación. Podemos encontrar desde el uso de terapias naturales hasta apósitos de composición química compleja. Sin embargo, el aloe vera es un método natural que ha sido utilizado desde la antigüedad para la cicatrización, tratar quemaduras, psoriasis, heridas de diversa etiología, además de otras afecciones, también es una alternativa terapéutica para las úlceras por presión.

En el abordaje de las úlceras por presión debe primar el enfoque preventivo sobre el terapéutico. La asistencia sanitaria guiada por criterios de seguridad clínica fomenta esta prevención. Se define seguridad clínica como “la prevención de lesiones al paciente o de eventos adversos como consecuencia de los procesos asistenciales”.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera como estrategia de seguridad que las organizaciones sanitarias implantes un abordaje estandarizado en la prevención y en el tratamiento de las úlceras por presión.

Para la limpieza de las úlceras por presión, no existen pruebas convincentes para apoyar el uso del aloe vera. Uno de los trabajos comparaba diferentes soluciones de limpieza de heridas, en las que se observaba que el lavado con aloe conseguía una mejoría con respecto al suero salino isotónico.

La evidencia obtenida de las investigaciones sugieren que el aloe posee propiedades antisépticas penetrando fácilmente en la piel y tejidos, con gran actividad, fungicida, antiinflamatoria, cicatrizante, antiprurítica, descomponiendo y destruyendo los tejidos muertos y favoreciendo el crecimiento celular. Debido a su acción bactericida es eficaz contra microorganismos resistentes a múltiples fármacos, en comparación con otros tratamientos tópicos. Podemos usarlo en forma de gel, el cual forma una capa protectora impidiendo el paso de los gérmenes.

Así los autores concluyen que estaría justificado el uso del gel de áloe como estrategia económica y accesible en la prevención y en el tratamiento de las úlceras por presión grado I y II. Sin embargo, no existen referencias que justifiquen su uso en las úlceras por presión III y IV.

Fuentes.
http://www.medicinanaturista.org/images/revistas/mn9%282%29.pdf

http://escuela.med.puc.cl/publ/manualgeriatria/PDF/EscarasUlceras.pdf

 

Diana
Equipo de redacción
Alfonso Martínez
Naturista y fitoterapeuta

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